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que ricas parecen como se hacen?
No soy experta, pero mientras te llega una receta mejor, te digo cómo las hago recordando las que hacía mi madre y a mi familia les encantan. Es una receta muy simple y sencilla.
Ingredientes: huevos, aceite, vino blanco, harina y azúcar.
Modo de hacerlas para dos huevos:
cascar los 2 huevos y batirlos en un vol; utilizar media cáscara de huevo como medida y añadir dos de aceite y dos de vino blanco; batir todo e ir añadiendo la cantidad de harina que admita, hasta conseguir una masa compacta; después amasarla sobre una mesa (encimera) espolvoreada de harina para que no se pegue; amasarla bien con las manos hasta que quede una bola que no se pegue.
Después, se va extendiendo la masa con un rodillo (o botella) en láminas muy finas; con un cuchillo se parte en trocitos la masa.
En sartén grande se calienta bastante aceite (controlar el calor del aceite para que no se frían excesivamente y queden bien doraditas), se van friendo y dándoles la vuelta con pinzas de cocina (o aguja de hacer punto, como se hacía cuando no se utilizaban pinzas). Cuando se sacan de la sartén y se van colocando en una fuente, se les va poniendo azúcar encima (puede ser azúcar molido en el molinillo de café).
Mi madre, por carnavales, solía hacer un cesto grande, de mimbre recubierto con un paño grande y disfrutábamos sólo con ver el cesto lleno de Orejuelas (como decimos en Palencia) u Hojuelas.
Hace unos años vino a casa una prima que vive en un país lejano, hice hojuelas y me dijo que le habían sabido como aquella magdalena que describe Marcel Proust.
Ingredientes: huevos, aceite, vino blanco, harina y azúcar.
Modo de hacerlas para dos huevos:
cascar los 2 huevos y batirlos en un vol; utilizar media cáscara de huevo como medida y añadir dos de aceite y dos de vino blanco; batir todo e ir añadiendo la cantidad de harina que admita, hasta conseguir una masa compacta; después amasarla sobre una mesa (encimera) espolvoreada de harina para que no se pegue; amasarla bien con las manos hasta que quede una bola que no se pegue.
Después, se va extendiendo la masa con un rodillo (o botella) en láminas muy finas; con un cuchillo se parte en trocitos la masa.
En sartén grande se calienta bastante aceite (controlar el calor del aceite para que no se frían excesivamente y queden bien doraditas), se van friendo y dándoles la vuelta con pinzas de cocina (o aguja de hacer punto, como se hacía cuando no se utilizaban pinzas). Cuando se sacan de la sartén y se van colocando en una fuente, se les va poniendo azúcar encima (puede ser azúcar molido en el molinillo de café).
Mi madre, por carnavales, solía hacer un cesto grande, de mimbre recubierto con un paño grande y disfrutábamos sólo con ver el cesto lleno de Orejuelas (como decimos en Palencia) u Hojuelas.
Hace unos años vino a casa una prima que vive en un país lejano, hice hojuelas y me dijo que le habían sabido como aquella magdalena que describe Marcel Proust.
