HERRERA DE PISUERGA: Querido Ángel: Qué bien nos lo cuentas y describes...

AÚN QUEDAN RECUERDOS.- LAS CALLEJAS-
============================== =====

Cuando se vive lejos del pueblo donde nacimos, hay momentos en los que pensamos en él con nostalgia. Hoy he
Hecho un repaso por las calles pequeñas, las Callejas. Como todos los rincones del pueblo, nos traen recuerdos de
nuestra infancia. Pequeñas calles que, tienen su importancia. De la Plaza Mayor, salen dos. La Calleja conocida como
de "La Peque", tuvo una tienda de Ultramarinos y la peluquería donde también se vendía, pequeño material eléctri-
co. Donde terminaba la Calleja en dirección a la Calle Colón, estaba el Café de Pedrillo.
La otra de la Plaza,ésta más corta, es donde estaba la tienda de D. Dimas Salvador, luego Palacio del Cristal.
Hay otras dos que, unen la Calle Colón con Antonio Arana y Calle Colón con Santa Ana. En la primera se ubicaban,
haciendo esquina una frente a la otra, el Ultramarinos y artículos de caza y pesca, propiedad de Ángel Barrio. El
otro establecimiento era de ropa, la tienda de la Señora Eus. La segunda -no sé si lleva el nombre de Barquillo,
tenía en las esquinas de la Calle Colón, la Carnicería de Pío Villaverde y la tienda de tejidos del sastre de
Ventosa, Hermenegildo Sánchez. Estaba el artículo Cine, después Imprenta Ntra. Sra. de la Paz y ahora la Droguería de
ROFER. También había una Vaquería de Santos de Paz. Y ya sólo me quedan otras dos que, bien podríamos llamarlas
"Pátios vecinales". Se trata de la Calleja donde vivieron Erun y Piedad Rodríguez. Aquí, la única actividad comer-
cuál qué recuerdo, es la Zapatería de Faustino Puebla. Y vamos a por la última y la más pequeña. Se encuentra en un
entrante de la calle Antonio Arana, frente a la casa donde vivió Manolo Franco. Aquí sí que podemos decir que es
Un patio de vecinos, sin circulación; al fondo, donde vivió Valeriano Gútiez, siempre hubo flores. También recuerdo
otro vecino que se llamaba Galo Franco y era Caminero. Saludos.
P. D. (en la Calleja de la La Peque, también estuvo la Carpintería de Salomón)

Querido Ángel: Qué bien nos lo cuentas y describes todas las callejas y rincones. Has dado un buen paseo con tu memoria y al leerte lo repetimos nosotros. ¡Qué bien recuerdas tantos nombres de personas! muchísimas gracias, pues eres el buen recordatorio que sola soy incapaz de hacer. ¡Hasta de la Carpintería de Salomón! hace días, cuando comentábamos sobre la calleja de "la Peque" fui incapaz de recordar el nombre de Salomón.
Es curioso, también para mi el 2º tramo de la calle Barquillo era una calleja; cuando años después he visto que forma parte de la calle Barquillo cambié el "chip" y me dije: ¡ah!, la calle Barquillo era más larga; y eso que leyendo nombres de calles de Herrera hace años ya lo había entendido, pero contaba lo que viví de pequeña, "la calleja de Pío". Y eso que es la calle en la que vivíamos mi familia; pero desde la carnicería de Pío Villaverde creo que la considerábamos calleja.
Hoy, 2º miércoles de julio, es San Zenón, ¿cierto? Así que habrán paseado los gigantes y cabezudos.
En el grupo de whatsapp que surgió con motivo del II Encuentro de foreros se han recordado hace unos días las carreras y los miedos a los pelotazos de la "tuerta" y compañía. Entre todos mantenemos y alimentamos el cariño y buenos recuerdos vividos en Herrera.
A veces, me pregunto: ¿Cómo mantener todos el cariño, sin idealizaciones, no nostalgias?
Un abrazo, Mj
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Recordando a San Zenón, dice Lydia que su abuela le compró un pequeño botijo y que todavía lo conserva: hace 49 años.
Le comento que tiene que tenerle mucho cariño; eso nos pasa con muchos recuerdos, ¿verdad?
Mi madre conservaba en una caja alta y cuadrada repleta de los botones de prendas en desuso y yo la conservo. Y me digo cuando la abro o cuando la recuerdo: si estos botones hablasen, ¡cuántas cosas contarían! Y si tuviesen pies, recorrerían kilómetros visitando todo lo que sus usuarios anduvieron ... (ver texto completo)
Ya veo, María Jesús que, en tu comentario que haces contestando al mío, haces otro precioso repaso a los años de
la niñez y al cariño que todos tuvimos, en aquellos años, a nuestros mayores. Yo creo que es el resultado de una
vida màs familiar y hogareña que ahora. Las costumbres han cambiado demasiado y las prisas han enfriado un poco
la convivencia del hogar. De ahí, la nostalgia que nos producen todos los recuerdos. Se ha perdido el diálogo de
padres e hijos y se ha enfriado mucho el trato ... (ver texto completo)