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HERRERA DE PISUERGA: Hola, Lydia. Has escrito un relato sobre el Canal que,...

Que bien sienta el hacer unos cuantos kilómetros en bicicleta por las sirgas de los canales. Si el piso de las sirgas están lisas se circula muy bien respirando con fuerza el aire que sueltan la mezcla del verde con el agua del canal, para mí es un relax y un bienestar extraordinario. En verano lo practico mucho. marino9.

Hola Marino9: Estoy muy de acuerdo contigo en lo que dices, de que sientan muy bien los paseos por el Canal. Yo voy mucho por allí; en bici o dando un paseo. Suelo recorrer las esclusas 4°,5°y 6°. Y luego hasta la Presa. Cruzo la Pasarela y me siento a contemplar el paisaje del Mirador, allí donde se unen el Pisuerga y el Canal.
He de confesar que me encanta hacer este paseo, ahora el camino está perfecto y es un placer disfrutar del paisaje y del silencio que existe en el Canal. Regreso a casa satisfecha del recorrido realizado.
Un saludo.

Parece que después de las Vacaciones, aunque un poco tímidamente, la gente se anima a contar algo. El tema del Ca-
nal es bonito y habrá quien pueda contar sus experiencias por el camino que tanto patearon las mulas, tirando de
las Barcazas que transportaron mercancías por el Canal. Se le ve muy cuidado, y es perfecto para senderismo y
Bicicleta. ¡Quién pudiera dar un paseo por allí! Yo, ya no podré disfrutar de ése paseo entre el agua y el verdor
de los árboles, los que tengáis salud para hacerlo, no lo dudéis, es hermoso y barato. Los que hayan tenido la su-
este de gozar del Barco y el bonito camino del Canal, contadlo en el Foro. Alguien lo agradecerá.

Hola Ángel,
leo en el foro que por tu salud no puedes dar un paseo por el Canal e invitas a que lo hagan los demás. Siempre dicen que los recuerdos son el último paraíso del cual no podemos ser expulsados. A mi no me importaría leer tus recuerdos del Canal para que vuelvas a revivir lo que conociste. Todos tenemos muchos recuerdos, escribamoslo para que Ángel se de un paseo mental con nosotros. Empiezo yo con un recuerdo de mi abuela Pepa. Ella nos contaba que su primer novio, amor, o como queramos denominarlo, vino por el Canal. Era un chico de ojos verdes y manejaba la barcaza, mi abuela tendría 15 años, el chiguito era un poco mayor que ella pero a ella le gustaba. Fueron amores de críos, que no llegaron a nada, pero ella siempre se acordaba de aquel apuesto muchacho. El amor vino por el Canal, pero como vino, se fue. Que siga otro.
Un beso, Ángel y te deseo todo lo mejor para tu recuperación.

Hola Lydia, después de leer tu petición de que escribiésemos sobre nuestra relación con el canal, intentare escribir sobre mis vivencias con ese medio natural, que son pocas y en una época de mi vida más bien infantil, por lo que no tengo muchos recuerdos.
Para ir a esa zona de Herrera, íbamos por la carretera de la estación, antes de llegar a ésta nos desviábamos por un camino a la derecha donde encontrábamos un paso a nivel del tren, pasábamos por un puente que junto al mismo había una presa y un camino paralelo al canal el cual tenía muy buena sombra. Si tuviese que ir en estos momentos no estoy seguro de saber llegar al destino, donde mis abuelos tenían un terreno que cultivaban.
En las primeras ocasiones que pase por el puente, me parece recordar que estaban cambiando las esclusas por las presas que actualmente facilitan el riego de las huertas, no te lo puedo asegurar, de esto hace más de cincuenta años.
En aquella época tenía miedo de pasar por esta vía fluvial, era debido a que una persona mayor se había ahogado en el mismo; pensaba que si un señor perdía la vida, un niño tenía más posibilidades de correr la misma suerte.
Sobre tu comentario del primer amor de tu abuela, mejor que sucediese lo que sucedió, porque si hubiese fructificado no tendríamos el gustazo de leer tus buenos relatos.
Un saludo muy cordial

¡Qué mensaje más bonito sobre el Canal has escrito! Esos caminos que recorrimos y que aparentemente ya no están, vuelven a resurgir con los recuerdos, por lo que para mi están más vivos que nunca, con esos puentes, esclusas y caminos a huertas familiares que mencionas. En mi casa, nos criamos con un amor-odio, fascinación-miedo al Canal. Supongo que a muchos foreros de Herrera les ocurrirá lo mismo. Mi abuela se crió en el canal, mi madre y mis tías, bajaban a su vez a ver a los abuelos, el canal estaba presente en casi todo, pero había un miedo terrorífico a él. Mi bisabuela lavaba los platos en el canal, pero a sus nietas no las enseñaron a nadar, para que ni se acercasen. Había un terror inculcado que llegó a las sucesivas generaciones en casa. El canal era peligroso lo mirases como lo mirases, así que lo hacíamos con temor. Luego estaba el sonido del agua cayendo, el rugido en cascada en los vasos, todo siempre parecía de una naturaleza violenta, y por desgracia, aquel fatídico accidente de coche en los años 70, con gente tan joven ahogada ayudó y confirmó aún más todos aquellas sensaciones (tristemente, en el 2012, la historia volvió a tener su espejo con un accidente similar en Zarzosa). El canal parece que muestra toda su personalidad hermosa y a la vez maldita, a través de los siglos. Sigue siendo una obra de ingeniería, fruto de la cabezoneria de unos locos ilustrados que tardó un siglo en construirse, fue plenamente útil sólo 10 años hasta que llegó su enemigo el ferrocarril y el tiempo se olvidó de él a mediados del siglo pasado. Ahora, se ha convertido, como dice Javi, el alcalde, en un museo al aire libre de lo que se puede transformar la naturaleza, pero pese a la increíble belleza de paisaje que deja por donde pasa, sigue escondiendo ese halo de maldición y da mucho, mucho, respeto. ¡Ojalá que las bicis, los barcos, los puentes y las vallas de seguridad consigan "domesticar" esta maravilla y todo lo que se recuerde de ella en el futuro, sean bondades que hagan olvidar aquellas tragedias del pasado! Por cierto, gracias por el piropo, pero estoy convencida que los buenos relatos, los hace gente como tú y tantos otros foreros, recordando vivencias y situaciones personales. Un beso para todos y perdón por la extensión (empiezo a escribir y me lío yo sola...)

Hola, Lydia. Has escrito un relato sobre el Canal que, no tiene desperdicio. Justamente, tal como lo cuentas son los
recuerdos que, en mayor o menor medida, guardamos en nuestra memoria sobre esta importante vía de agua que, en su
tiempo, supuso un gran avance para el transporte. A mí también me producía mucho respeto. Asomarme a los vasos y
El estruendo del agua cayendo, daba un poco de miedo. Como mi padre no se dedicó a la agricultura, mi vida siempre
qué más urbana, pero visitaba bastante la Sesta, y después la Cuarta. En estas esclusas, trabajó un buen amigo de la
familia: Cirilo Espinosa, bajito y gordito y muy buena persona. Teníamos un trato como de familia. Estaba casado
con Clotilde, hermana de Pacita la de Quico, el Zapatero. fué de esas personas que dejan huella y me acordaré de
él toda mi vida. Era nacido en Frómista, pero siempre le recuerdo en Herrera.