No, Marino9a, en absoluto se estaba divinamente, era fresquito y agradable quizás por qué estaba rodeado de pinos. Si acaso lo único que venía era un olorcillo a comidas ricas o a rabas que preparaba Toyota. Ademas era muy divertido pues lo atendía Romualdo mejor dicho Rumaldines que era muy ameno, o contaba chistes o tocaba la guitarra.