Cada vez que se contempla esta preciosa pasarela, entran ganas de volver a cruzar por ella y elegir caminos diversos: seguir el camino de sirga hasta la Sexta Esclusa (volver a merendar a la sobra de un árbol, o junto a la casa del esclusero; indagar si aún quedan en alguna finca cercana árboles con ricas peras de agua), continuar hasta la Quinta... la Cuarta. O buscar los senderos que lleven hasta el valle de Valdemiranda, o el Corral Blanco y otros muchos lugares..