Cada vez que se contempla esta preciosa pasarela, entran ganas de volver a cruzar por ella y elegir caminos diversos: seguir el camino de sirga hasta la Sexta Esclusa (volver a merendar a la sobra de un árbol, o junto a la casa del esclusero; indagar si aún quedan en alguna finca cercana árboles con ricas peras de agua), continuar hasta la Quinta... la Cuarta. O buscar los senderos que lleven hasta el valle de Valdemiranda, o el Corral Blanco y otros muchos lugares..
Hola María Jesús, suelo ver un concurso de televisión en el que explotan bombas si no aciertan las preguntas, en éste hay un concursante que es un apasionado de la pesca, lo explica de una manera que dan ganas de comprar un equipo completo y tirarse al rió a intentar pescar alguna pieza. Para mi es una actividad totalmente aburrida.
Tus comentarios sobre el recorrido a pie de esos lugares, me producen el mismo sentimiento. No me gusta caminar por sitios planos llanos, cuyo paisaje son monótonos, pero después de leerte quizás intente redescubrir, después de muchos años, esas localizaciones
Tus comentarios sobre el recorrido a pie de esos lugares, me producen el mismo sentimiento. No me gusta caminar por sitios planos llanos, cuyo paisaje son monótonos, pero después de leerte quizás intente redescubrir, después de muchos años, esas localizaciones
Muchas gracias por tu comentario. Es cierto que cada persona tiene sus paisajes con los que se identifica y disfruta más, sobre todo cuando ha tenido vivencias entrañables.
No sé de dónde eres. Herrera tiene el encanto de unos paisajes de riberas (ríos, canales, acequias) en la transición de la Meseta a la Montaña Palentina, ya al pie del piedemonte, con el color rojizo de su tierra, y con el referente de la Peña Amaya cercana y los montes de Cervera más a lo lejos. No se trata de paisajes planos, sino de riberas limitadas por el páramo meseteño con la contemplación de la montaña en el horizonte.
Y es un punto muy interesante como cruce de caminos y "tierra de frontera", ya desde tiempos prerromanos.
Saludos cordiales.
No sé de dónde eres. Herrera tiene el encanto de unos paisajes de riberas (ríos, canales, acequias) en la transición de la Meseta a la Montaña Palentina, ya al pie del piedemonte, con el color rojizo de su tierra, y con el referente de la Peña Amaya cercana y los montes de Cervera más a lo lejos. No se trata de paisajes planos, sino de riberas limitadas por el páramo meseteño con la contemplación de la montaña en el horizonte.
Y es un punto muy interesante como cruce de caminos y "tierra de frontera", ya desde tiempos prerromanos.
Saludos cordiales.