¡Qué bonita fotografía del Puente de San Francisco! Es un lugar de referencia que los herrerenses tenemos de la presencia de agua tan abundante en Herrera, como fuente de riqueza y también con sus peligros de inundaciones y ahogamientos.
Lo admiramos con sus trece ojos y nos ayuda a reconocer el valor de los puentes, que salvan obstáculos y hacen posible la intercomunicación.
Me hace recordar esta fotografía un breve debate con un historiador de raíces segovianas que vivió años en México. Defendía que el río Pisuerga fue línea divisoria entre Castilla y el reino de León; que la provincia de Palencia era leonesa. Cuando nos presentamos me identifique como castellana de Palencia; me respondió "entonces, leonesa" y me preguntó " ¿De dónde es usted?"
- De Herrera de Pisuerga.
- Entonces, leonesa.
- No, le dije: soy castellana.
Hablamos de cómo las fronteras no eran algo fijo. Le añadí que el término municipal de Herrera abarcaba tierras a un lado y otro del Pisuerga; que me había criado viendo la Peña Amaya; que siempre me sentí de Castilla; que me sentía a gusto viviendo en la Comunidad de Castilla y León (fue en los años 80 cuando tuvimos la conversación) y que me sentía española, europea y ciudadana del mundo, con raíces comunes con todos los humanos, pues todos descendemos de los homínidos africanos; que hoy por hoy, son los primeros conocidos por la Ciencia.
Me reafirmé en la convicción de la gran importancia de los puentes que permiten salvar barreras; y pienso que las gentes acostumbradas a cruzar puentes pueden entender bien lo bueno que es vivir en tierras francas, abiertas, sin fronteras que aíslen, separen y dividan.
Un abrazo, muchas gracias por esta preciosa fotografía.
Lo admiramos con sus trece ojos y nos ayuda a reconocer el valor de los puentes, que salvan obstáculos y hacen posible la intercomunicación.
Me hace recordar esta fotografía un breve debate con un historiador de raíces segovianas que vivió años en México. Defendía que el río Pisuerga fue línea divisoria entre Castilla y el reino de León; que la provincia de Palencia era leonesa. Cuando nos presentamos me identifique como castellana de Palencia; me respondió "entonces, leonesa" y me preguntó " ¿De dónde es usted?"
- De Herrera de Pisuerga.
- Entonces, leonesa.
- No, le dije: soy castellana.
Hablamos de cómo las fronteras no eran algo fijo. Le añadí que el término municipal de Herrera abarcaba tierras a un lado y otro del Pisuerga; que me había criado viendo la Peña Amaya; que siempre me sentí de Castilla; que me sentía a gusto viviendo en la Comunidad de Castilla y León (fue en los años 80 cuando tuvimos la conversación) y que me sentía española, europea y ciudadana del mundo, con raíces comunes con todos los humanos, pues todos descendemos de los homínidos africanos; que hoy por hoy, son los primeros conocidos por la Ciencia.
Me reafirmé en la convicción de la gran importancia de los puentes que permiten salvar barreras; y pienso que las gentes acostumbradas a cruzar puentes pueden entender bien lo bueno que es vivir en tierras francas, abiertas, sin fronteras que aíslen, separen y dividan.
Un abrazo, muchas gracias por esta preciosa fotografía.