Son madroños; hasta este año no los había probado y sí que me han gustado. Es un árbol, más bien un arbusto, que me gusta mucho; además de estar asociado a Madrid por estar en su escudo junto con el oso, cómo no recordar al pintor Goya y sus cartones para tapices; todo ese mundo de goyescas, el Madrid castizo; las colchas rematadas con este adorno, algunos de seda, preciosas. Vamos, que son muy entrañables los frutos de los madroños y además tienen un sabor dulce. Para todos los herrerenses que vivís en Madrid un abrazo especial.