El capitel, dentro del edificio románico, cumple una doble función: estructural e ilustrativa. En él se apoyan los arcos que sostienen las bóvedas, las arquivoltas de portadas y ventanales, los arquillos de frisos o de galerías porticadas; ocasionalmente se ubican bajo las cornisas, cumpliendo la misma función que los canecillos y a veces incluso rematan las columnillas que soportan las mesas de altar. Sin embargo el capitel románico es ante todo el exponente de la plástica del momento ya que en ... (ver texto completo)