Quiero saludar a todo ese gran pueblo. A María, Iván, Carlos, Eva, Alberto, David, Hugo y Julia. Esa casa a la que la farola alumbra es de mis abielos. Un beso muy grande para ellos de su nieta la mayor. Las farolas vigilan la noche. Así los vecinos pueden descansar tranquilos en sus hogares. Acompañan también al caminante perdido en la noche. Las farolas hablan de luces y sombras, de calor y de vida, de sueños y proyectos. ¿Que sería sin farolas?