LA VID DE OJEDA: Las cigüeñas tenían, entonces, su nido en la torre...

Las cigüeñas tenían, entonces, su nido en la torre de la iglesia. Esperabamos con ilusión su llegada. Su "tableteo" resonaba por todo el pueblo y alegraban el campo con su hermoso volar. Y no faltaban adivinanzas sobre las mismas:

- Es blanca como la nieve y negra como el carbón; las patas como una vela y el cuello como una hoz.

- Mis patas son largas, mi pico muy largo y monto mi casa en el campanario.
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