Hay muchas historias por investigar y para eso se piede la colboración de todos. Uno lee con sorpresa sonre una costumbre que había en el pueblo:
"En la Vid de Ojeda, dentro de la misma provincia de Palencia, a cada contrayente se le montaba en un burro y se pasaban la noche buscándose el uno al otro, con los mozos de vigilantes, que procuraban por todos los medios que no se encontrasen. Pero la cencerrada no sólo era típica de las bodas de viudos, sino que también se daba por otros motivos, lo mismo que llevar a la pareja bajo palio".
Lo cuenta José Luis ALONSO PONGA autor del artículo: La cencerrada, en la Rev. De Folklore, 1982, Tomo, 02b, Revista número: 21.
"En la Vid de Ojeda, dentro de la misma provincia de Palencia, a cada contrayente se le montaba en un burro y se pasaban la noche buscándose el uno al otro, con los mozos de vigilantes, que procuraban por todos los medios que no se encontrasen. Pero la cencerrada no sólo era típica de las bodas de viudos, sino que también se daba por otros motivos, lo mismo que llevar a la pareja bajo palio".
Lo cuenta José Luis ALONSO PONGA autor del artículo: La cencerrada, en la Rev. De Folklore, 1982, Tomo, 02b, Revista número: 21.