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Mi añorado rio PISUERGA, el rio que me acunó en mis primeros años de vida. Recuerdo aquellas dulcísimas tardes sentada en la hierba apoyada sobre el tronco de un árbol, al borde de este magestuoso río que venía desde las altas montañas nevadas. Escuchaba el dulce cantar del río, que traía consigo las melodías más hermosas de distancias inimaginables. Poco a poco dejándome llevar por aquellas melodías deleitantes, que llevo grabadas a fuego en mi memoria, surgen los recuerdos vívidos y apenas sin darme cuenta me voy perdiendo a mí misma, para entrar en un sueño donde aparecen los recuerdos que un dia me vi obligada a dejar atrás.