Gracias otra vez, Javi, Aprendí a escribir en la Abadía, aunque a seguir haciéndolo me estimularon los presos del penal de Navalcarnero (Madrid).
Estoy encantado de vivir en la montaña palentina, y de vez en cuando me acerco a la Campa de San Salvador, a tomarme un café. Durante la época en la que estuve por allí, nos pasábamos tardes enteras jugando a las cartas en la Campa... recuerdos inolvidables, amigo.
Un abrazo y Feliz Año Hola Maximo. He leido Piel de un Pergamino, la Pipa del Abuelo, el Palomar y San Martin del Valle. Me he sentido atrapado en el tiempo. Para escribir como lo haces hay que ser muy buena persona, al menos esa sensacion tengo yo. Javi:
Mira por donde estuve de cura en CAMASOBRES-CASAVEGAS Y PIEDRASLUENGAS. Años: 1966-1969 Y ya jubilado he vuelto a la montaña palentina, aunque cerca de Aguilar de Campoo.
Los tiempos de la Abadía, lo mejores de mi vida, y eso que pasábamos nueve meses totalmente encerrados. Puedes bajarte mi libro de poemas (descarga gratis), si quieres y lees el poema "El pámpiro verde" http://www. bubok. com/libros/191628/PIEL-DE-UN-P ERGAMINO
Gracias, por tu entrañable comentario. Un abrazo, amigo. En una de las excursiones que hacíamos desde la Abadia al Curavacas, a un grupo de colegiales nos guiaba D. Quintín, y sube y baja montañas hasta que vinimos a parar a Camporredondo, con la lengua fuera entrabamos ya orientados hacia las cinco de la tarde en el espectacular valle y río truchero, zona de destino...