Sabía que existían o existen números romanos porque me lo contaron mis antepasados y gente que vive muy de cerca las costumbres de los pueblos.
Cuando tenga ocasíón me desojaré por encontrar las inscripciones de dichos números romanos y gozaré con el acontecimiento. Lo mejor de todo, es que si os fijais bien, en esta parte de la pared se puede observar unos numeros romanos que creemos que son parte de un reloj de sol. Impresionante eh?, ala, pues ahora a fijarse y a disfrutar...
Lo dice una investigadora a quien le encantaria tener una beca para estudiar a la luz de un ordenador portátil la vida de antiguas civilizaciones... Este campanillo en tiempos antiguos servía para dar un toque de alarma a todos los vecinos para unirse al rezo del ángelus en las primeras horas del alba.
Actualmente también congrega, mediante su toque, a los vecinos para la celebración de la Eucaristía dominical. Situada en el casco urbano, bajo la advocaión de San José, en cuya espadaña existe un campanillo adquirido de una antigua ermita, ya desaparecida, ubicada al lado de una VENTA, utilizada como lugar de parada de pastores y transeuntes que frecuentaban las cañadas. El toque del citado campanillo servía de orientación en las noches gélidas del invierno, invitando a todo pasajero a quedarse en la posada y pasar la noche.