La vieja talla de San Cristóbal luce en todo su esplendor... liberado de xilófagos y demás avatares del inapelable paso del tiempo... graciás al buen ánimo de todos los vecinos y al cuidado trabajo del Taller Diocesano del Obispado de Palencia que a lo largo de cuatro meses y con más de 300 horas de actuación sobre las lagunas de policromía y otras intervenciones que los responsables explicarán oportunamente, ha conseguido devolvernos esta escultura al papel preponderante que tuvo antaño... señoreando de nuevo la Tierra de Campos desde nuestras lomas...