CONTINUQACION.
Comienzo a darle vueltas a la cabeza: ¿pero que esto? De epente me acuerdo que el año pasado, por noviembre, me robaron la cartera con D. N. I., carné de conducir y diversas tarjeta de crédito que el que me sustrajo la cartera intentó usar. ¿A que han utilizado mi D. N. I.?
! La madre de Dios! Pero yo puse una denuncia ¿Dónde la he metido?
Creo que la guardé en esta carpeta. Efectivamente. Aquí está y creo que va a ser mi salvación.
Dan las 16:00. Llamo a la financiera. Se pone una señorita muy amable y comienza mi retahíla:
- A ver como le explico esto, vera, he recibido un contrato de un coche que nunca he comprado
- Un segundo, por favor.
Me pasan con uno, con otro.
- Un segundo, que estamos buscando su expediente. Ya está. Es usted fulano de tal, con D. N. I. tal.
- Sí, soy yo.
- Pues mire. Junto a una copia de su D. N. I. tenemos aquí una copia de una nómina suya, una copia de la declaración de hacienda del 2003, dos fotocopias del recibo del IBI de su vivienda de los años 2003 y 2004 y una copia de un recibo del banco.
- Pero, ¿qué me está diciendo?
Desde luego la sensación fue indescriptible.
- ¿Pero qué dice! No puede ser! Yo jamás he entregado esa documentación
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