Me gusta mas este comentario. Que os parece si metemos este relato de Charo. Me parece un relato estupendo
En los largos y crudos inviernos, en esa tierra nuestra, pasábamos la mayor parte del tiempo en la cocina, en la que teníamos dos lumbres. La lumbre de "arriba", era un hogar con hornicho, y preparado para la combustión de leña y carbón, que bien calcado, se ponía de color rojo la placa que, formada por varias arandelas, lo cubrían. Esta lumbre, estaba en el extremo izquierdo de la trébede, que a su vez, ocupaba todo... Si ya estoy aqui. Teresita... ¿estas por ahí? Ya me pongo a ello.