Fiesta por todo lo alto y despues tocamos las campanas, como antiguamente cuando veniamos de fiesta un poco contentos todos, claro que era para quitar el frio.
Pero está abierto el campanario?
Una vez, llegóun sacerdote que nos venía a dar las misiones, era un lujo de devoción para oírle hablar en la Iglesia. Estaba una semana en el pueblo. y al terminar los niños/as y juventud, íbamos a despedire al siguiente pueblo, todo andando, lleganos a San Pedro Cansoles, y no se nos ocurrió otra cosa que subir al campanario y tocar de forma descontrolada las campanas, jooo empiezan a salir tod@s, ¡qué pasa! qué pasa! hasta que nos ven que nos meábamos de risa..