CONTINUACION DE CÓMO
ERA NUESTRO PUEBLO.
Esta foto de uno de los arroyos que cruzaba el pueblo, nos demuestra que allá sobre los años cincuenta aun había muchas cosas que mejorar; como era el conseguir que en las casas se pudiera disfrutar de algo tan necesario como el agua corriente.
Creo que después de conseguir el reto tan importante como fue la luz eléctrica, quedaba otro aun tanto o más.
Quizás esta foto resulte simpática y curiosa por que en realidad y en lo poco que a mi me tocó vivir, era para las jóvenes hasta cierto punto, como un encuentro con las demás; sobre todo en el tiempo bueno que el agua estaba tan estupenda y con ese pretexto, solíamos reunirnos algunos ratos; y entre lavarlo, ponerlo al sol... y luego aclararlo... charlábamos de nuestras cosas..
Pero el problema llegaba cuando venia el frío y bahía veces que según comentaban nuestras madres, hasta tenían que romper los hielos para poder Lavar.
Cuantos dolores de uñas y pies se habrán llevado a sus casas... Era muy normal tender la ropa y a los dos minutos quedarse como un pandero.
Recuerdo que al igual que cuando llegó la luz, comentaban, la suerte que tenían en Guardo y otros pueblos, por que ya lo habían conseguido.
En aquellos años, no había ningún tipo de subvención ni existían los fondos europeos ni nada que se le pareciera.
Esto no lo puedo asegurar, pero creo que cada vecino se pagó su acometida y la obra de abrir zanjas y demás, se debió de hacer entre los vecinos a modo de huebras. (Quizás esto haya gente que lo pueda decir con mas seguridad).
Creo recordar, que no todo el mundo pudo meter el agua desde el inicio; por lo que esto costaba.
Este cambio de comodidad en las casas, fue algo inolvidable.
La equiparación con los pueblos grandes, ya era notoria; y no os digo nada el poder lavar la ropa en el invierno con agua caliente..!
Pobres de nuestras madres y abuelas, por cuántas penurias las tocó pasar hasta poder disfrutar ni siquiera de la cuarta parte que estamos disfrutando sus hijos y nietos.
Recuerdo aquellos baldes que había en las casas a los que nuestras madres llenaban de agua, les ponían al sol y cuando estaba calentito, empezaban a bañar a los mas pequeños de la casa el Domingo por la mañana para ponernos guapos e ir a misa.
Pero no penséis que cuando metieron el agua en las casas, ya todo fue al completo.
Pasaron unos años hasta que poco a poco y cada uno con arreglo a sus posibilidades, empezó a hacer un cuarto de baño donde ya teníamos un servicio para evacuar... y una bañera para asearnos...”Cómo olvidarnos de los orinales...”
Así que la obra del cuarto de baño, fue la siguiente lotería que por entonces nos pudo tocar.
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ERA NUESTRO PUEBLO.
Esta foto de uno de los arroyos que cruzaba el pueblo, nos demuestra que allá sobre los años cincuenta aun había muchas cosas que mejorar; como era el conseguir que en las casas se pudiera disfrutar de algo tan necesario como el agua corriente.
Creo que después de conseguir el reto tan importante como fue la luz eléctrica, quedaba otro aun tanto o más.
Quizás esta foto resulte simpática y curiosa por que en realidad y en lo poco que a mi me tocó vivir, era para las jóvenes hasta cierto punto, como un encuentro con las demás; sobre todo en el tiempo bueno que el agua estaba tan estupenda y con ese pretexto, solíamos reunirnos algunos ratos; y entre lavarlo, ponerlo al sol... y luego aclararlo... charlábamos de nuestras cosas..
Pero el problema llegaba cuando venia el frío y bahía veces que según comentaban nuestras madres, hasta tenían que romper los hielos para poder Lavar.
Cuantos dolores de uñas y pies se habrán llevado a sus casas... Era muy normal tender la ropa y a los dos minutos quedarse como un pandero.
Recuerdo que al igual que cuando llegó la luz, comentaban, la suerte que tenían en Guardo y otros pueblos, por que ya lo habían conseguido.
En aquellos años, no había ningún tipo de subvención ni existían los fondos europeos ni nada que se le pareciera.
Esto no lo puedo asegurar, pero creo que cada vecino se pagó su acometida y la obra de abrir zanjas y demás, se debió de hacer entre los vecinos a modo de huebras. (Quizás esto haya gente que lo pueda decir con mas seguridad).
Creo recordar, que no todo el mundo pudo meter el agua desde el inicio; por lo que esto costaba.
Este cambio de comodidad en las casas, fue algo inolvidable.
La equiparación con los pueblos grandes, ya era notoria; y no os digo nada el poder lavar la ropa en el invierno con agua caliente..!
Pobres de nuestras madres y abuelas, por cuántas penurias las tocó pasar hasta poder disfrutar ni siquiera de la cuarta parte que estamos disfrutando sus hijos y nietos.
Recuerdo aquellos baldes que había en las casas a los que nuestras madres llenaban de agua, les ponían al sol y cuando estaba calentito, empezaban a bañar a los mas pequeños de la casa el Domingo por la mañana para ponernos guapos e ir a misa.
Pero no penséis que cuando metieron el agua en las casas, ya todo fue al completo.
Pasaron unos años hasta que poco a poco y cada uno con arreglo a sus posibilidades, empezó a hacer un cuarto de baño donde ya teníamos un servicio para evacuar... y una bañera para asearnos...”Cómo olvidarnos de los orinales...”
Así que la obra del cuarto de baño, fue la siguiente lotería que por entonces nos pudo tocar.
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