Viendo estas foto, nos viene a al imaginación sobre todo lo que nos han contado; la vida tan limitada que vivieron y lo valientes que llegaron a ser para sacar a sus familias adelante.
No habían ido a la universidad… pero cuantos universitarios quisieran defenderse en la vida como ellas lo hicieron, criando a tantos hijos en aquellas condiciones… y no digo nada a la hora de traerlos a este mundo…
Entonces era todo tan natural, que tenían la misma asistencia que cualquier animal.
Esto no puede ser comparable, pero cuando un parto venia complicado, lo mas normal era que se muriera la madre o en otros casos el niño y la madre.
Pobrecillas, que penurias…era normal en algunos pueblos tener una mujer que se dedicaba a estos menesteres, pero por muchos conocimientos que tuviera, nunca comparables con los adelantos y controles que existen en los momentos actuales.
Y luego las pobres, para su recuperación, en lugar de darla de comer en condiciones, las teñían ocho Díaz a caldos de gallina, que terminaban escualidez y sin fuerzas para poder amamantar a sus hijos.
Por aquel entonces, existan las amas de cría.; Esto consistía en las madres que en ese momento tenían un niño pequeño y tenían abundante leche o ya no le daban pecho y ayudaban a las madres que bien por enfermedad, bien por que no tenían leche, o bien por que su madre hubiera muerto…Ella le sacaba adelante hasta que podian darle una toma mas sólida. (La papilla.)
Ahora que recuerdo la papilla, se me viene a la memoria que en casa de mis padres, tambien llegamos a tomar la papilla.
Recuerdo que se hacia con la misma harina con la que mi madre hacia el pan: Era un proceso muy curioso, la ponía en una sartén en la cocina bilbaína, y a fuego lento la iba tostando; (otras veces la metía en el horno y cuando cogia un color medio tostado, estaba lista para hacer con la leche.
Recuerdo que primero desleía la cantidad de harina con un poco de leche fría, y a continoiacion lo ponía al fuego y muy despacio y sin dejar de darle vueltas, cuando estaba del espesor de las natillas, ya lo tenía listo.
A nosotros nos gustaba mucho y mas de una vez cuando ya no la necesitábamos, nos la hacia..
Así de diferentes fueron sus vidas; pero ellas nunca tiraron la toalla.
No habían ido a la universidad… pero cuantos universitarios quisieran defenderse en la vida como ellas lo hicieron, criando a tantos hijos en aquellas condiciones… y no digo nada a la hora de traerlos a este mundo…
Entonces era todo tan natural, que tenían la misma asistencia que cualquier animal.
Esto no puede ser comparable, pero cuando un parto venia complicado, lo mas normal era que se muriera la madre o en otros casos el niño y la madre.
Pobrecillas, que penurias…era normal en algunos pueblos tener una mujer que se dedicaba a estos menesteres, pero por muchos conocimientos que tuviera, nunca comparables con los adelantos y controles que existen en los momentos actuales.
Y luego las pobres, para su recuperación, en lugar de darla de comer en condiciones, las teñían ocho Díaz a caldos de gallina, que terminaban escualidez y sin fuerzas para poder amamantar a sus hijos.
Por aquel entonces, existan las amas de cría.; Esto consistía en las madres que en ese momento tenían un niño pequeño y tenían abundante leche o ya no le daban pecho y ayudaban a las madres que bien por enfermedad, bien por que no tenían leche, o bien por que su madre hubiera muerto…Ella le sacaba adelante hasta que podian darle una toma mas sólida. (La papilla.)
Ahora que recuerdo la papilla, se me viene a la memoria que en casa de mis padres, tambien llegamos a tomar la papilla.
Recuerdo que se hacia con la misma harina con la que mi madre hacia el pan: Era un proceso muy curioso, la ponía en una sartén en la cocina bilbaína, y a fuego lento la iba tostando; (otras veces la metía en el horno y cuando cogia un color medio tostado, estaba lista para hacer con la leche.
Recuerdo que primero desleía la cantidad de harina con un poco de leche fría, y a continoiacion lo ponía al fuego y muy despacio y sin dejar de darle vueltas, cuando estaba del espesor de las natillas, ya lo tenía listo.
A nosotros nos gustaba mucho y mas de una vez cuando ya no la necesitábamos, nos la hacia..
Así de diferentes fueron sus vidas; pero ellas nunca tiraron la toalla.