Luz ahora: 0,14780 €/kWh
MESES DE PREPARACION.
Los meses de Abril y Mayo, se puede decir que eran fundamentales para preparar la tierra tanto de regadío como de secano, por que no nos olvidemos que a pesar de que teníamos una buena vega por la abundancia de agua que nuestro río Carrión nos proporcionaba por aquellos años, nuestro pueblo tenia también un buen páramo donde se cultivaban bastantes cereales; como el trigo, centeno, cebada, avena y también unos buenos garbanzos para el consumo de la familia y venta.
El terreno de secano, estaba repartido en dos zonas; la del otro lado del río (donde también estaban parte de los corrales de las ovejas) y lo que es el terreno o páramo entre Guardo y Villalba.
Las tierras de cereales, no se sembraban todos los años como pasaba con las de regadío. Me explico; si un año se sembraban, al siguiente se quedaban de barbecho; (osea de descanso).
Por consiguiente, si la siembra de cereales se hacia en el otoño, en primavera había que alzar lo que hubiera estado de descanso y de esta forma se iba poniendo a punto.
Antes de hacer esta faena, se las abonaba con todo el estiércol de vacas y ovejas que a lo largo del invierno había salido.
Por consiguiente entre unas cosas y otras, cada vez se acumulaban mas tareas. Tareas que no había que descuidar, por que dependiendo de cómo llegara la primavera, así había que seguir el ritmo, para estar a punto cuando comenzara la siembra de las patatas, que era una tarea bastante complicada y que duraba alrededor de las tres semanas; era necesario que la tierra estuviera en su punto de humedad, por que si no, podían tener problemas a la hora de nacer y si por exceso de humedad nacían mal ya todo se complicaba.
Recuerdo que me encantaba ver a mis padres cuando se ponían a preparar las patatas para la siembra. Eran unas patatas que de antemano habían seleccionado y separado para ese cometido y si no las tenían de confianza, las compraban para cambiar y de esta forma tener buenos resultados.
Recuerdo que si eran pequeñas, la dejaban enteras y si eran mas grandes, la partían a la mitad, pero siempre dejando un brote a cada lado.
Las partían en el momento que la tierra ya estaba lista para sembrar y que no se deterioraran.
El trabajo de la siembra era curioso; con un par de vacas amarradas al arado se iba abriendo el surco y una persona detrás, con el cesto de las patatas, iba echando de una en una y a una distancia moderada (mas o menos unos treinta centímetros).
Cuando se llegaba a la terminación del surco, se le daba la vuela a las vacas y de la misma forma y pasando por el mismo sitio, se tapaban las patatas y se quedaba el surco formado; y así hasta que se terminaba.
No recuerdo el tiempo que tardaban en nacer; esto mas o menos dependía una vez mas, del tiempo y la humedad que tuvieran.
Lo que si recuerdo es que había veces que si llovía en exceso, se preparaba una costra en la tierra, que para ayudarlas a nacer, tenían que rastrillarlas. Esto en los momentos actuales, me imagino que es coser y cantar; pero en aquellos años, había que doblar el esqueleto...
Era muy bonito cuando nacían todas por igual verlas como iban creciendo; pero para no ser distinto, también la mala hierva nacía con ellas.. y esto significaba, que llegaba el momento de empezar a excavarlas, para que no las quitaran fuerza y para que la tierra se ahuecara y entrara el oxigeno. Conclusión, otra tarea añadida... Ahí ya empezaba a hacer calor y había que madrugar, para que no te comieran las moscas y los mosquitos..
Los meses de Abril y Mayo, se puede decir que eran fundamentales para preparar la tierra tanto de regadío como de secano, por que no nos olvidemos que a pesar de que teníamos una buena vega por la abundancia de agua que nuestro río Carrión nos proporcionaba por aquellos años, nuestro pueblo tenia también un buen páramo donde se cultivaban bastantes cereales; como el trigo, centeno, cebada, avena y también unos buenos garbanzos para el consumo de la familia y venta.
El terreno de secano, estaba repartido en dos zonas; la del otro lado del río (donde también estaban parte de los corrales de las ovejas) y lo que es el terreno o páramo entre Guardo y Villalba.
Las tierras de cereales, no se sembraban todos los años como pasaba con las de regadío. Me explico; si un año se sembraban, al siguiente se quedaban de barbecho; (osea de descanso).
Por consiguiente, si la siembra de cereales se hacia en el otoño, en primavera había que alzar lo que hubiera estado de descanso y de esta forma se iba poniendo a punto.
Antes de hacer esta faena, se las abonaba con todo el estiércol de vacas y ovejas que a lo largo del invierno había salido.
Por consiguiente entre unas cosas y otras, cada vez se acumulaban mas tareas. Tareas que no había que descuidar, por que dependiendo de cómo llegara la primavera, así había que seguir el ritmo, para estar a punto cuando comenzara la siembra de las patatas, que era una tarea bastante complicada y que duraba alrededor de las tres semanas; era necesario que la tierra estuviera en su punto de humedad, por que si no, podían tener problemas a la hora de nacer y si por exceso de humedad nacían mal ya todo se complicaba.
Recuerdo que me encantaba ver a mis padres cuando se ponían a preparar las patatas para la siembra. Eran unas patatas que de antemano habían seleccionado y separado para ese cometido y si no las tenían de confianza, las compraban para cambiar y de esta forma tener buenos resultados.
Recuerdo que si eran pequeñas, la dejaban enteras y si eran mas grandes, la partían a la mitad, pero siempre dejando un brote a cada lado.
Las partían en el momento que la tierra ya estaba lista para sembrar y que no se deterioraran.
El trabajo de la siembra era curioso; con un par de vacas amarradas al arado se iba abriendo el surco y una persona detrás, con el cesto de las patatas, iba echando de una en una y a una distancia moderada (mas o menos unos treinta centímetros).
Cuando se llegaba a la terminación del surco, se le daba la vuela a las vacas y de la misma forma y pasando por el mismo sitio, se tapaban las patatas y se quedaba el surco formado; y así hasta que se terminaba.
No recuerdo el tiempo que tardaban en nacer; esto mas o menos dependía una vez mas, del tiempo y la humedad que tuvieran.
Lo que si recuerdo es que había veces que si llovía en exceso, se preparaba una costra en la tierra, que para ayudarlas a nacer, tenían que rastrillarlas. Esto en los momentos actuales, me imagino que es coser y cantar; pero en aquellos años, había que doblar el esqueleto...
Era muy bonito cuando nacían todas por igual verlas como iban creciendo; pero para no ser distinto, también la mala hierva nacía con ellas.. y esto significaba, que llegaba el momento de empezar a excavarlas, para que no las quitaran fuerza y para que la tierra se ahuecara y entrara el oxigeno. Conclusión, otra tarea añadida... Ahí ya empezaba a hacer calor y había que madrugar, para que no te comieran las moscas y los mosquitos..