POR FIN, TERMINO LO DURO.
Por fin la tarea del verano llegó a su fin; y entre la romería del Cristo y las fiestas del pueblo, había llegado un rayo de luz. El que más y el que menos habían estrenado el vestido y los zapatos prometidos para toda la temporada…
Lo poco que recuerdo de esas fiestas, es que eran muy familiares y siempre algún familiar de fuera, solían acompañarnos en a aquellas comidas extraordinarias que en esos días se hacían con aquellos guisos de pollos de corral que a lo largo del año se habían ido criando para tan preciado día; y no digo nada de aquel arroz con pollo.
Creo que ni la mejor paella que comamos a hora, nos puede saber tan buena como entonces.
Luego con un poco de suerte cuando llegaba el invierno, nos podían comprar un abrigo por que el que teníamos o bien era de herencia, o se nos quedaba pesquero.
Como veréis el verano llegaba a su fin y en ningún momento hemos hablado de vacaciones.
“Creo que ese tema era tabú.
”Inmediatamente había que empezar con la “sementera.”
Como por arte de magia, comenzaba por el pueblo el movimiento de carros que iban cargados de todo el estiércol de vacas y ovejas que habían ido acumulando para cuando llegara este momento y antes de empezar a alzar la tierra, lo extendían de forma uniforme para luego taparlo con el arado.
Si la tierra estaba en buenas condiciones, ya no había tiempo que perder; y si por el contrario no había llovido o había llovido con exceso, había que esperar.
Durante el mes de Octubre, la siembra era solo de cereales; principalmente el centeno, que era de lo que mas se sembraba y algo de trigo pero no mucho, por que bahía una determinada calidad, que era mas temprano y se sembraba con el centeno.
Este trabajo aunque ya no se hacia con los calores del verano, también era bastante duro físicamente; pues el cargar y descargar los carros de abono, no era cosa ligera y ya no digamos nada la tarea del arado. Pero bueno al final, siempre se hacia con ilusión, por que el invierno ya estaba llegando y las tareas serian mas llevaderas…
“faltaban las patatas..”
Por fin la tarea del verano llegó a su fin; y entre la romería del Cristo y las fiestas del pueblo, había llegado un rayo de luz. El que más y el que menos habían estrenado el vestido y los zapatos prometidos para toda la temporada…
Lo poco que recuerdo de esas fiestas, es que eran muy familiares y siempre algún familiar de fuera, solían acompañarnos en a aquellas comidas extraordinarias que en esos días se hacían con aquellos guisos de pollos de corral que a lo largo del año se habían ido criando para tan preciado día; y no digo nada de aquel arroz con pollo.
Creo que ni la mejor paella que comamos a hora, nos puede saber tan buena como entonces.
Luego con un poco de suerte cuando llegaba el invierno, nos podían comprar un abrigo por que el que teníamos o bien era de herencia, o se nos quedaba pesquero.
Como veréis el verano llegaba a su fin y en ningún momento hemos hablado de vacaciones.
“Creo que ese tema era tabú.
”Inmediatamente había que empezar con la “sementera.”
Como por arte de magia, comenzaba por el pueblo el movimiento de carros que iban cargados de todo el estiércol de vacas y ovejas que habían ido acumulando para cuando llegara este momento y antes de empezar a alzar la tierra, lo extendían de forma uniforme para luego taparlo con el arado.
Si la tierra estaba en buenas condiciones, ya no había tiempo que perder; y si por el contrario no había llovido o había llovido con exceso, había que esperar.
Durante el mes de Octubre, la siembra era solo de cereales; principalmente el centeno, que era de lo que mas se sembraba y algo de trigo pero no mucho, por que bahía una determinada calidad, que era mas temprano y se sembraba con el centeno.
Este trabajo aunque ya no se hacia con los calores del verano, también era bastante duro físicamente; pues el cargar y descargar los carros de abono, no era cosa ligera y ya no digamos nada la tarea del arado. Pero bueno al final, siempre se hacia con ilusión, por que el invierno ya estaba llegando y las tareas serian mas llevaderas…
“faltaban las patatas..”
CONTINUACION DEL COMENTARIO ANTERIOR.
COMPARACIÓN DE LAS FIESTA.
Si nos ponemos a comparar las fiestas de aquellos años con las de ahora, creo que no existe comparación.
Parecería que el mundo se ha vuelto al revés.
Empezando por los horarios, creo que se han invertido totalmente. Recuerdo que el baile de esos dos días, se hacia en la eras donde se había estado trillando (esto si no llovía). Si el tiempo se ponía feo, se hacia en el edificio de la plaza (llamado sindicatos) este era muy pequeño, pero Ali se salía del paso.
Era una orquesta de un músico; con una acordeón; pero que la tocaba como nadie.
El Domingo por la mañana, había como un pasacalles, antes de dirigirse a la iglesia.
Solían ir unos puestos; con obleas, almendras y caramelos.
Estos puestos estaban al lado del baile por que por entonces, el baile empezaba a las ocho de la tarde y terminaba a las doce de la noche.
Luego la juventud, se iban a la cantina para rematar a gusto de cada uno...
Durante el dia había actividades como algún partido de fútbol, juegos de cartas o el famoso juego de la rana, que yo siempre vi en casa de mis padres.
Y así se pasaban esos dos días, que como veréis nada se le parecen a los de ahora que cuando quiere empezar el, baile, son las once de la noche; y que termina a altas horas de la madrugada. Por lógica la participación de todo el mundo no puede ser igual terminando a tan avanzadas horas.
El mes de Septiembre, también era el mes del Rosado.
Esto quiere decir que a parte de la fiesta local, durante todo el mes, los domingos por la tarde, se salía en procesión por las eras con la Virgen en andas con sus mejores ropas y el pendón engalanado e izado por los mozos.
Detrás iba el señor cura cantando el rosario con todo el pueblo de acompañamiento.
Creo que este acto se vivía con mucha devoción: y terminado el acto y alrededor de las cinco de la tarde, los mozos y mozas, se agrupaban y charlaban hasta el anochecer..
Solamente iban a Guardo al baile, en las ferias y romerías.
COMPARACIÓN DE LAS FIESTA.
Si nos ponemos a comparar las fiestas de aquellos años con las de ahora, creo que no existe comparación.
Parecería que el mundo se ha vuelto al revés.
Empezando por los horarios, creo que se han invertido totalmente. Recuerdo que el baile de esos dos días, se hacia en la eras donde se había estado trillando (esto si no llovía). Si el tiempo se ponía feo, se hacia en el edificio de la plaza (llamado sindicatos) este era muy pequeño, pero Ali se salía del paso.
Era una orquesta de un músico; con una acordeón; pero que la tocaba como nadie.
El Domingo por la mañana, había como un pasacalles, antes de dirigirse a la iglesia.
Solían ir unos puestos; con obleas, almendras y caramelos.
Estos puestos estaban al lado del baile por que por entonces, el baile empezaba a las ocho de la tarde y terminaba a las doce de la noche.
Luego la juventud, se iban a la cantina para rematar a gusto de cada uno...
Durante el dia había actividades como algún partido de fútbol, juegos de cartas o el famoso juego de la rana, que yo siempre vi en casa de mis padres.
Y así se pasaban esos dos días, que como veréis nada se le parecen a los de ahora que cuando quiere empezar el, baile, son las once de la noche; y que termina a altas horas de la madrugada. Por lógica la participación de todo el mundo no puede ser igual terminando a tan avanzadas horas.
El mes de Septiembre, también era el mes del Rosado.
Esto quiere decir que a parte de la fiesta local, durante todo el mes, los domingos por la tarde, se salía en procesión por las eras con la Virgen en andas con sus mejores ropas y el pendón engalanado e izado por los mozos.
Detrás iba el señor cura cantando el rosario con todo el pueblo de acompañamiento.
Creo que este acto se vivía con mucha devoción: y terminado el acto y alrededor de las cinco de la tarde, los mozos y mozas, se agrupaban y charlaban hasta el anochecer..
Solamente iban a Guardo al baile, en las ferias y romerías.