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MANTINOS: Fin de la sementera....

Fin de la sementera.

El mes de Octubre finalizaba y con él, la sementera. Al final de todo, era un placer ver todo el páramo arado y sembrado todo por igual. Solamente destacaba la parte que se había quedado de barbecho (o sea lo que se terminaba de segar).
Esto como hemos comentado antes, se dejaría de descanso hasta la próxima sementera.
Esto solo ocurría en las zonas de secano; por que en las de regadío, se sembraban todos los años.
Bueno y nos metemos en el mes de noviembre, con el ultimo trabajo del año. La recogida de las patatas.
Vaya con las patatas… Por entonces, se sembraba toda la vega que era la zona de regadío y había mucha tela que cortar.
Se comenzaba por la mañana temprano y eran las tantas de la noche cuando se dejaba.
Primeramente en la tierra con una pareja de vacas, el arado abriendo los surcos y detrás con los cestos de mimbres recogiéndolas y cuantos mas se fuera, mejor.
Había que estar de continuo hasta que se llenaba el cesto con los riñones doblados y después, hasta donde estaba el carro para irle llenando lo mas rápido posible, por que después se apilaban a la puerta de las casa, para al final del día meterlas dentro pero seleccionándolas al mismo tiempo por tamaños.
Unas se dejaban para el consumo de la casa, otras para vender y las más pequeñas, para la alimentación de los cerdos.
Había veces que si se tenían vendidas, se iban metiendo en sacos y directamente desde la tierra, se llevaban a Guardo a la estación de trenes por el camino de las matas.
De esa forma se llegaba antes y no había que ir por la carretera.
Recuerdo que en casa de mis padres en la lumbre baja, siempre se ponía el pote grande con las patatas a cocer y que luego por la noche se las envolvían con salvados hojas de berza y agua caliente.
Estoy convencida de que les encantaban, por que en poco tiempo, la pocilga quedaba limpia como la patena…
La verdad es que en aquellos tiempos, creo que los cerdos ya Vivían de maravilla.
La alimentación era de lo mas variable; siempre se sembraba una tierra de berzas y según iban creciendo se las quitaban las pencas para dárselas a los cerdos; lo mismo hacían con la alfalfa, las hojas de los patatales y las de los robles cuando estaban tiernas que junto con la cebada molida o el centeno, se lo ventilaban en un plis plas..
“Como para que no supieran bien desde el rabo, hasta las patas”. Creo que nuestros antepasados, nunca tuvieron colesterol.
Volviendo a la tarea de las patatas, no solamente consistía en sacarlas; había que seguir el proceso, por que no salían todas de una vez; había que dejar al tierra limpia de todo el ramaje de éstas y volver con el arado a dar otra vuelta hasta que no quedara ninguna.
A parte había que dejarlas preparadas para que luego en primavera, fuera mas fácil el comienzo.
En este mes de Noviembre, era cuando se hacia la recolección de la leña antes de que empezara a llover o nevar seriamente.
Era bonito ver al atardecer, aquellos montones de leña a las puertas de las casas, para seleccionarlo y apilarlo para tenerlo a punto.
El invierno era largo y duro y había que estar preparados para los ratos tan buenos que en familia podrían disfrutar.