CELEBRACIONES
CANTAMISAS
Allà por los años 40 - 50 la escuela estaba a tope. Había una de niñas y otra de niños Cada año se pasaban por las escuelas unos frailes, de distintas congregaciones, a hablar a todos los niños sobre las vocaciones, las misiones y los colegios tan bonitos que tenían. Preguntaban si alguno le gustaría ir con ellos. El maestro les informaba sobre que niños estaban preparados y que padres estarían conformes en darles el consentimiento y tuvieran una buena educación, para que el día de mañana tuviesen una forma de vida mejor que la que ellos estaban teniendo (Posguerra).
Muchos se fueron a los frailes, que yo recuerde. Unos siguieron y hoy permanecen fieles a su vocación, otros estuvieron algunos años y decidieron dejarlo y otros lo dejaron después. Pienso que tanto unos como otros estarán muy agradecidos a la educación y la formación que recibieron
Me acuerdo de muchos Cantamisas, como el de Rafael, Mauricio, Moisés, mi primo Santiago y otros que no recuerdo sus nombres.
La víspera de un Cantamisa, era todo una fiesta. Los mozos iban a la Riana a cortar el chopo más alto y recto que encontraban. Con el carro y las vacas lo traían hasta la puerta de los padres, allí lo pelaban entre todos y lo dejaban más blanco que la nieve, luego hacían un hoyo muy profundo y lo plantaban allí hasta un nuevo Cantamisa. ¡Qué algarabía ¡El tío Felix era el encargado de dar la voz para que todos tirasen a la vez. Yaaaa … y todos a tirar, yaaa … y otra vez, allí tiraban mayores, jóvenes, niños, mujeres; siempre se oía la voz de alguien ¡cuidado ese niño ¡y así hasta que el Mayo lograba quedar perfectamente mirando al cielo.
Las mozas preparaban unos arcos para ir a recibir al nuevo sacerdote. Recuerdo uno que hacían de hiedra para ir a buscarle a la carretera y otros de sábanas blancas con puntillas y bordados ¡qué bonitos ¡Se le recogía en su casa y se les llevaba hasta la iglesia a Él y a los padres y padrinos Las mozas y todo el pueblo iban cantando canciones propias del acontecimiento (yo no las recuerdo). Celebraba la primera misa en el pueblo de donde salió siendo un niño. Al final había el Besamanos, todos pasaban a besarle las manos, te daba las gracias y un recordatorio
Al salir de la Misa todos le vitoreaban, aplaudían, tiraban cohetes. Seguidamente celebraban una comida con todos los familiares y amigos que eran la gran mayoría del pueblo. Aquí ya todos estaban relajados de tantos nérvios y la fiesta empezaba de verdad.
CANTAMISAS
Allà por los años 40 - 50 la escuela estaba a tope. Había una de niñas y otra de niños Cada año se pasaban por las escuelas unos frailes, de distintas congregaciones, a hablar a todos los niños sobre las vocaciones, las misiones y los colegios tan bonitos que tenían. Preguntaban si alguno le gustaría ir con ellos. El maestro les informaba sobre que niños estaban preparados y que padres estarían conformes en darles el consentimiento y tuvieran una buena educación, para que el día de mañana tuviesen una forma de vida mejor que la que ellos estaban teniendo (Posguerra).
Muchos se fueron a los frailes, que yo recuerde. Unos siguieron y hoy permanecen fieles a su vocación, otros estuvieron algunos años y decidieron dejarlo y otros lo dejaron después. Pienso que tanto unos como otros estarán muy agradecidos a la educación y la formación que recibieron
Me acuerdo de muchos Cantamisas, como el de Rafael, Mauricio, Moisés, mi primo Santiago y otros que no recuerdo sus nombres.
La víspera de un Cantamisa, era todo una fiesta. Los mozos iban a la Riana a cortar el chopo más alto y recto que encontraban. Con el carro y las vacas lo traían hasta la puerta de los padres, allí lo pelaban entre todos y lo dejaban más blanco que la nieve, luego hacían un hoyo muy profundo y lo plantaban allí hasta un nuevo Cantamisa. ¡Qué algarabía ¡El tío Felix era el encargado de dar la voz para que todos tirasen a la vez. Yaaaa … y todos a tirar, yaaa … y otra vez, allí tiraban mayores, jóvenes, niños, mujeres; siempre se oía la voz de alguien ¡cuidado ese niño ¡y así hasta que el Mayo lograba quedar perfectamente mirando al cielo.
Las mozas preparaban unos arcos para ir a recibir al nuevo sacerdote. Recuerdo uno que hacían de hiedra para ir a buscarle a la carretera y otros de sábanas blancas con puntillas y bordados ¡qué bonitos ¡Se le recogía en su casa y se les llevaba hasta la iglesia a Él y a los padres y padrinos Las mozas y todo el pueblo iban cantando canciones propias del acontecimiento (yo no las recuerdo). Celebraba la primera misa en el pueblo de donde salió siendo un niño. Al final había el Besamanos, todos pasaban a besarle las manos, te daba las gracias y un recordatorio
Al salir de la Misa todos le vitoreaban, aplaudían, tiraban cohetes. Seguidamente celebraban una comida con todos los familiares y amigos que eran la gran mayoría del pueblo. Aquí ya todos estaban relajados de tantos nérvios y la fiesta empezaba de verdad.