ESTOS SON MIS RECUERDOS.
ANGEL RODRIGUEZ VILLALBA
Los recuerdos que voy a relatar, abarcan desde finales de los sesenta hasta finales de los años setenta que corresponden a la época en que yo tenía entre siete y dieciocho años.
Viví, permanentemente en Mantinos hasta Septiembre de 1967 momento en el que cumplí 8 años.
Allí al cuidado de mi abuela Elvira aprendí las primeras letras.
Mis primeros años en la escuela fueron en Mantinos y creo recordar que había dos clases; chicos y chicas separados.
Allí nos juntábamos en el mismo aula desde los mas pequeños (6, 7 años) hasta los de mas edad (16, 17 años?
Cuando se fue el maestro de tantos, y tantos años, fueron llegando al pueblo maestro mas jóvenes (normalmente, uno nuevo cada año).
Todos o al menos alguno de ellos, vivía en mi casa (o sea en casa de mi abuela Elvira que era la fonda del pueblo).
Recuerdo a uno recién casado que era andaluz. Y recuerdo la gracia que nos hacían los hablares y la expresividad de su mujer…
En ocasiones tenia que repetir sus palabras, por que no siempre entendíamos a la primera…
En cierta ocasión, y por alguna diablura mía, este maestro u otro, me dejo en la escuela castigado sin comer (junto a uno de los hijos de Seberina (que se llamaba como yo).
Mi abuela le reprendió pidiendo otro castigo, pero nunca más, impedirme la comida a su hora.
Con las apreturas, orinamos en los tiestos…únicos recipientes que había en la escuela…y con el paso de los días, las plantas se secaron…
Por la tarde al salir de la escuela, me fui escopetado a cas, cogí la llave; y cerré, a cal, y canto la puerta de casa.
De nuevo tuvo que intervenir la abuela Elvira (Agüela en castellano hablado) para poner las cosas en su sitio…
Por aquella fonda, pasaban diversos personajes, que se ganaban la vida yendo de pueblo en pueblo vendiendo diversos productos.
Recuerdo a “Juan el gallego” que no recuerdo bien que vendía (¿era afilador?).
Recuerdo los trilleros matrimonio ya mayor por aquella época que arreglaban y vendían trillos, y probablemente hacían alguna otra cosa.
Recuerdo a Cirilo viajante de telas (siempre de mal humor) aunque conmigo, solía portarse bien.
Me llevaba con el por el pueblo a vender sus mercancías…
También recuerdo una familia de queseros, que venían desde Villalón de campos y que durante muchos años, han estado viniendo los Viernes al mercado de Guardo.
Recuerdo otros personajes, como los pellejeros, o los vinateros. Y cómo no, un personaje singular. ”ANGUI” QUE VAJABA DESDE Guardo en bicicleta vendiendo pescado; y desde las puertas del patio gritaba:
“Elvira, ¿hoy no dirás que no están frescos eh?”.
Recuerdo como muy de mañana muchos llevaban al patio la leche de sus vacas donde mi abuela Elvira lecheras y anotaba las cantidades correspondientes de cada uno.
Recuerdo como luego por la noche, elaboraba la lista de proveedores en unos papeles que llamábamos “el porte”.
Cada día llegaba el camión muy de mañana y al rato llegaba el panadero “La Virgen del Brezo” que venia desde Santibáñez de la peña.
Con el paso de los años, además del pan, traían dulces (sobre todo galletas) e incluso `piensos para los animales. Tenían una fábrica de harinas donde siempre se iba a moler desde Mantinos.
Así que a lo largo de toda la mañana, por la casa de la abuela Elvira, desfilaban mas de medio pueblo; así que todo lo que pasaba en el pueblo, terminaban contándolo en aquella casa.
A finales de los años sesenta, no recuerdo que alguien del pueblo tuviera coche; por lo tanto los viajes a Guardo o Palencia, se hacían en el autobús.
Para coger el Aja, había que subir hasta la carretera. El camino de subida se llamaba” el Vallejo”.
El mas transitado era el que partía desde la escuela; pasaba por delante de la casa de Sion, y de mi abuela materna Catalina desembocando en el punto de parada del coche de línea.
A principio de los años setenta también se fue el cura de tantos y tantos años llegando al `pueblo curas jóvenes (Ángel y Chuchi) que imprimieron un nuevo impulso al pueblo.
Llegaban los curas sin sotana. Curas que ya no te daban la mano a besar. Curas que atendían varios pueblos, curas que tejieron lazos entre una parte de las juventudes de Mantinos y Villalba; curas que causaron alguna extrañeza entre algunas personas del pueblo que eran representantes de carne y hueso de los nuevos tiempos que vivía España con la muerte de Franco.
En aquellos años, las vacas llevaban el peso de las tareas del campo; arrastraban carros, daban vueltas y vueltas cada día en las eras arrastrando los trillos, daban litros de leche al mismo tiempo que criaban sus terneros; pero en los años venideros, iban a ser sustituidas por la maquinaria agrícola que ya estaba en camino (cosechadoras, tractores, etc.…
En aquellos años, todo el verano se ocupaba en segar y recoger la hierba, en segar y trillar el trigo, centeno, cebada, y avena.
El mes de Agosto, casi todo el pueblo se le pasaba trillando en las eras situado a la espalda de la iglesia y frente al camino vecinal, nombre que se le daba al único trozo asfaltado que había en el pueblo y que conducía hasta el alto por donde pasaba la carretera general Guardo Palencia.
En verano el pueblo aumentaba su población. Muchos nacidos en Mantinos, habían emigrado a otras ciudades; incluso a otros países en su mayoría a ALEMANIA. (COMO FUE EL CASO DE MI FAMILIA).
En mi familia como la casa y cuadra de mi abuela Elvira era tan grande, siempre había alguna reforma que hacer.
Hubo que desmontar un par de colmenares que estaban situados en la zona de las matas (en el monte que va de Mantinos Guardo) o había que despregar alguna que otra finca que correspondía a la familia con motivo de la reforestación de tierras que significa la reforma parcelaria que se llevo a cabo a finales de los años setenta.
En aquellos años se produjeron muchas novedades que venían a cambiar lo que había sido la vida del pueblo durante varias décadas.
En algún momento (no recuerdo cuando) llego la televisión a Mantinos.
No se si alguna casa tuvo televisión antes que Lucio. Este hombre Lucio, creo que hijo de la tía Filomena, vivía frente al patio de la escuela tenia un bar y allí planto la primera televisión que yo y la mayoría de los habitantes de Mantinos, vimos.
Sobre todo los sábados, allí se plantaba toda la chavalería del pueblo, para ver la televisión, previo pago.
No recuerdo ni cual era el precio, ni que programas veíamos; aunque probablemente, serian las pelis que veía España entera durante aquella época.
Tengo algunos recuerdos de los carnavales. Además de los dulces caseros que se hacían por aquella época como las torrijas…orejuelas…
Recuerdo como salíamos a la calle con algún disfraz y sobre todo con el ruido enorme que hacíamos por las calles con los cencerros de las vacas atados a la cintura...
Fueron unos tiempos muy felices que nunca olvidaremos a pesar de que carecíamos de todo lo que ahora les sobra a los niños de hoy.
Espero que con estos recuerdos, haya servido mi granito de arena para poder dar continuidad a que nunca se pierda la alegría y entusiasmo de mi pueblo que es Mantinos.
ANGEL RODRIGUEZ VILLALBA.
ANGEL RODRIGUEZ VILLALBA
Los recuerdos que voy a relatar, abarcan desde finales de los sesenta hasta finales de los años setenta que corresponden a la época en que yo tenía entre siete y dieciocho años.
Viví, permanentemente en Mantinos hasta Septiembre de 1967 momento en el que cumplí 8 años.
Allí al cuidado de mi abuela Elvira aprendí las primeras letras.
Mis primeros años en la escuela fueron en Mantinos y creo recordar que había dos clases; chicos y chicas separados.
Allí nos juntábamos en el mismo aula desde los mas pequeños (6, 7 años) hasta los de mas edad (16, 17 años?
Cuando se fue el maestro de tantos, y tantos años, fueron llegando al pueblo maestro mas jóvenes (normalmente, uno nuevo cada año).
Todos o al menos alguno de ellos, vivía en mi casa (o sea en casa de mi abuela Elvira que era la fonda del pueblo).
Recuerdo a uno recién casado que era andaluz. Y recuerdo la gracia que nos hacían los hablares y la expresividad de su mujer…
En ocasiones tenia que repetir sus palabras, por que no siempre entendíamos a la primera…
En cierta ocasión, y por alguna diablura mía, este maestro u otro, me dejo en la escuela castigado sin comer (junto a uno de los hijos de Seberina (que se llamaba como yo).
Mi abuela le reprendió pidiendo otro castigo, pero nunca más, impedirme la comida a su hora.
Con las apreturas, orinamos en los tiestos…únicos recipientes que había en la escuela…y con el paso de los días, las plantas se secaron…
Por la tarde al salir de la escuela, me fui escopetado a cas, cogí la llave; y cerré, a cal, y canto la puerta de casa.
De nuevo tuvo que intervenir la abuela Elvira (Agüela en castellano hablado) para poner las cosas en su sitio…
Por aquella fonda, pasaban diversos personajes, que se ganaban la vida yendo de pueblo en pueblo vendiendo diversos productos.
Recuerdo a “Juan el gallego” que no recuerdo bien que vendía (¿era afilador?).
Recuerdo los trilleros matrimonio ya mayor por aquella época que arreglaban y vendían trillos, y probablemente hacían alguna otra cosa.
Recuerdo a Cirilo viajante de telas (siempre de mal humor) aunque conmigo, solía portarse bien.
Me llevaba con el por el pueblo a vender sus mercancías…
También recuerdo una familia de queseros, que venían desde Villalón de campos y que durante muchos años, han estado viniendo los Viernes al mercado de Guardo.
Recuerdo otros personajes, como los pellejeros, o los vinateros. Y cómo no, un personaje singular. ”ANGUI” QUE VAJABA DESDE Guardo en bicicleta vendiendo pescado; y desde las puertas del patio gritaba:
“Elvira, ¿hoy no dirás que no están frescos eh?”.
Recuerdo como muy de mañana muchos llevaban al patio la leche de sus vacas donde mi abuela Elvira lecheras y anotaba las cantidades correspondientes de cada uno.
Recuerdo como luego por la noche, elaboraba la lista de proveedores en unos papeles que llamábamos “el porte”.
Cada día llegaba el camión muy de mañana y al rato llegaba el panadero “La Virgen del Brezo” que venia desde Santibáñez de la peña.
Con el paso de los años, además del pan, traían dulces (sobre todo galletas) e incluso `piensos para los animales. Tenían una fábrica de harinas donde siempre se iba a moler desde Mantinos.
Así que a lo largo de toda la mañana, por la casa de la abuela Elvira, desfilaban mas de medio pueblo; así que todo lo que pasaba en el pueblo, terminaban contándolo en aquella casa.
A finales de los años sesenta, no recuerdo que alguien del pueblo tuviera coche; por lo tanto los viajes a Guardo o Palencia, se hacían en el autobús.
Para coger el Aja, había que subir hasta la carretera. El camino de subida se llamaba” el Vallejo”.
El mas transitado era el que partía desde la escuela; pasaba por delante de la casa de Sion, y de mi abuela materna Catalina desembocando en el punto de parada del coche de línea.
A principio de los años setenta también se fue el cura de tantos y tantos años llegando al `pueblo curas jóvenes (Ángel y Chuchi) que imprimieron un nuevo impulso al pueblo.
Llegaban los curas sin sotana. Curas que ya no te daban la mano a besar. Curas que atendían varios pueblos, curas que tejieron lazos entre una parte de las juventudes de Mantinos y Villalba; curas que causaron alguna extrañeza entre algunas personas del pueblo que eran representantes de carne y hueso de los nuevos tiempos que vivía España con la muerte de Franco.
En aquellos años, las vacas llevaban el peso de las tareas del campo; arrastraban carros, daban vueltas y vueltas cada día en las eras arrastrando los trillos, daban litros de leche al mismo tiempo que criaban sus terneros; pero en los años venideros, iban a ser sustituidas por la maquinaria agrícola que ya estaba en camino (cosechadoras, tractores, etc.…
En aquellos años, todo el verano se ocupaba en segar y recoger la hierba, en segar y trillar el trigo, centeno, cebada, y avena.
El mes de Agosto, casi todo el pueblo se le pasaba trillando en las eras situado a la espalda de la iglesia y frente al camino vecinal, nombre que se le daba al único trozo asfaltado que había en el pueblo y que conducía hasta el alto por donde pasaba la carretera general Guardo Palencia.
En verano el pueblo aumentaba su población. Muchos nacidos en Mantinos, habían emigrado a otras ciudades; incluso a otros países en su mayoría a ALEMANIA. (COMO FUE EL CASO DE MI FAMILIA).
En mi familia como la casa y cuadra de mi abuela Elvira era tan grande, siempre había alguna reforma que hacer.
Hubo que desmontar un par de colmenares que estaban situados en la zona de las matas (en el monte que va de Mantinos Guardo) o había que despregar alguna que otra finca que correspondía a la familia con motivo de la reforestación de tierras que significa la reforma parcelaria que se llevo a cabo a finales de los años setenta.
En aquellos años se produjeron muchas novedades que venían a cambiar lo que había sido la vida del pueblo durante varias décadas.
En algún momento (no recuerdo cuando) llego la televisión a Mantinos.
No se si alguna casa tuvo televisión antes que Lucio. Este hombre Lucio, creo que hijo de la tía Filomena, vivía frente al patio de la escuela tenia un bar y allí planto la primera televisión que yo y la mayoría de los habitantes de Mantinos, vimos.
Sobre todo los sábados, allí se plantaba toda la chavalería del pueblo, para ver la televisión, previo pago.
No recuerdo ni cual era el precio, ni que programas veíamos; aunque probablemente, serian las pelis que veía España entera durante aquella época.
Tengo algunos recuerdos de los carnavales. Además de los dulces caseros que se hacían por aquella época como las torrijas…orejuelas…
Recuerdo como salíamos a la calle con algún disfraz y sobre todo con el ruido enorme que hacíamos por las calles con los cencerros de las vacas atados a la cintura...
Fueron unos tiempos muy felices que nunca olvidaremos a pesar de que carecíamos de todo lo que ahora les sobra a los niños de hoy.
Espero que con estos recuerdos, haya servido mi granito de arena para poder dar continuidad a que nunca se pierda la alegría y entusiasmo de mi pueblo que es Mantinos.
ANGEL RODRIGUEZ VILLALBA.
