Esto es lo que tenemos sobre la SEMANA SANTA
SEMANA SANTA
MIERCOLES DE CENIZA
D. Emiliano, nos decía la misa del Miércoles de Ceniza por la mañana. Los maestros a la hora de misa nos llevaban a todos los niños, nos imponían la ceniza en la frente y decía una frase en latín qiue, yo desde luego no entendía lo que me decía. Ahora como la dicen en castellano ya la comprendo. POLVO ERES Y EN POLVO TE CONVERTRÄS. Después nos explicaba el Evangelio y salíamos listos para pasar un Semana Santa sin comer carne, sin baile, sin...... parecido ahora.
A partir del lunes Santo, se cubrían todos los Santos con crespones negros y el altar mayor se le montaba como un escenario, representando la pasión de Cristo. Íbamos a los oficios y a las tinieblas, me parece que el miércoles. El Viernes Santo se llevaban los matracos y las carracas, para tronar a los judíos. Era un estruendo tremendo el que se preparaba en la iglesia.
Recuerdo también que el Jueves Santo, se hacía el lavado de los pies y manos, y luego el domingo de resurrección, se descubrían los santos, se quitaba el manto negro de la Virgen y se quedaba preciosa de blanco. Se hacía la procesión del encuentro con el niño Jesús. A Él lo llevaban por la calle el Jardín, y en frente de mi casa, se juntaban. Allí se cantaban unas canciones, muy bonitas y emotivas.
…….. El domingo de Ramos en la misa todos llevábamos el ramo, para bendecirle y durante todo el año se dejaba en las cuadras o portales una rama, porque la tradición era que nos protegía durante todo el año. Y ¿sabéis lo que no hacían los mozos? Desde el coro de la iglesia, porque entonces había coro en todas las iglesias, y ellos oían la misa desde arriba. Y como los ramos eran muy largos, ¿qué hacían? Siempre había alguno que destacaba y si alcanzaban la cabeza de alguna de nosotras, nos cogían el velo, ¡nos hacían pasar una vergüenza que no veáis! Estos ramos eran de acebo y como tienen puntas era fácil para ellos. Estos ramos se iba a por ellos al monte Corcos, se encuentra lejos, está en la división Mantinos – Guardo. ¿Quién se cuidaba de ello? Pues el que ese año era el mayordomo de la iglesia, más de una vez, cuando llegaban con el carro tapado de nieve los dejaban en un corralón y ahí se limpiaban lo mejor que se podía, el ramo del Sr. Cura y Alcalde se adornaban con cintas de colores, flores hechas de papel y algún caramelo, rosquillas, etc.…
………Me acuerdo de la Semana Santa, en los oficios, la gente en los reclinatorios, los niños y las niñas en dos filas de rodillas en el suelo haciendo de las suyas, y el tío Conrado y tío Martín cantando a coro en latín, que no entendíamos nada, por lo menos yo. Decían levántate y todos nos poníamos de pie y luego otra vez de rodillas y otra vez de pie.
Ahora que veo el altar mayor, parece que estoy viendo la panorámica que ponían en la Semana Santa, con aquellas imágenes tan espectaculares sobre la pasión de Cristo y los judíos. Eran unas imágenes que impresionaban y que creo se vivía con bastante fervor.
Los demás santos tapados con telas negras; pero de lo que no me puedo olvidar, es de el momento en que se atronaba a los judíos con las carracas y matracos...! Qué tiempos aquellos!
También recuerdo el día del Jueves Santo con el recogimiento que hacíamos velando al SANTÍSIMO y privándonos a lo largo de la cuaresma de las escasas diversiones que en aquellos tiempos teníamos. Creo que para bien o para mal, las cosas han cambiado bastante y bajo mi punto de vista para bien porque creo que para ser buena persona no es necesario vivir con esa angustia pensando que todo es pecado.
……Estoy recordando la semana Santa de mi niñez y primera juventud. Cuando se cubrían las imágenes con crespones de color, morado preferentemente, porque indica sacrificio y penitencia, simbolizando la tristeza, desolación y sufrimiento de Jesús en una noche tan trágica. Otra razón para cubrir las imágenes, era para no descentrarse del misterio de la fe fundamental: la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.
Esto se hacía el Jueves Santo después de la Santa Misa, comenzando la Semana Santa propiamente dicha. Durante esos dos días viernes y sábado Santo no se oficiaba el sacrificio de la misa, hasta el Domingo de Resurrección. Se preparaban los "monumentos" y se celebraban los llamados oficios Divinos. Enmudecían las campanas y se llamaba a los fieles utilizando "carracas" y "mazos" de madera, encargándose los monaguillos de ese menester recorriendo las calles del pueblo haciéndolos sonar.
¡Eso sí, la fiesta del domingo de Resurrección era algo extraordinario! La iglesia volvía a brillar con luz propia. Había volteo de las campanas tocando a Gloria, se descubrían las imágenes y la Santa Misa era solemne, con la solemnidad propia de cada parroquia…….
Monumento de las tinieblas
Por Semana Santa, colocaban en el Altar Mayor, bajando los dos peldaños, de izquierda a derecha, y hasta casi el techo, el “Monumento de las tinieblas”. Eran grandes cuadros (estilo puzle) pintados sobre lona con el tema de la PASIÓN; aquellas grandes figuras representando a Judas, Herodes etc. y la PASIÓN. Impresionaba.
Por la noche íbamos al rezo del Santo Rosario, que se llenaba de gente, las cantoras cantabas canciones de la época y no sé en qué ritual apagaban las luces. Entonces había unos 70 niños y niñas, los niños con las matracas y las niñas con la carraca. Al apagar las luces, empezábamos a tocar con los matracos y carracas... era un ruido espantoso, y nos tenían así un rato. También se oían silbidos y tantas cosas. Hasta que daban la luz y se paraba, siguiendo con los rezos litúrgicos hasta el final.
Como entonces no había bancos se usaban los reclinatorios. Algunas abuelitas llevaban una banqueta pequeña y bajita para sentarse. Pues una noche de "tinieblas", al apagar las luces, ya íbamos preparadas de aguja e hilo, y las cosimos los manteos para que al salir de la Iglesia no pudieran separarse, ya que estaban "atadas". ¡Qué risa nosotras!
SEMANA SANTA
MIERCOLES DE CENIZA
D. Emiliano, nos decía la misa del Miércoles de Ceniza por la mañana. Los maestros a la hora de misa nos llevaban a todos los niños, nos imponían la ceniza en la frente y decía una frase en latín qiue, yo desde luego no entendía lo que me decía. Ahora como la dicen en castellano ya la comprendo. POLVO ERES Y EN POLVO TE CONVERTRÄS. Después nos explicaba el Evangelio y salíamos listos para pasar un Semana Santa sin comer carne, sin baile, sin...... parecido ahora.
A partir del lunes Santo, se cubrían todos los Santos con crespones negros y el altar mayor se le montaba como un escenario, representando la pasión de Cristo. Íbamos a los oficios y a las tinieblas, me parece que el miércoles. El Viernes Santo se llevaban los matracos y las carracas, para tronar a los judíos. Era un estruendo tremendo el que se preparaba en la iglesia.
Recuerdo también que el Jueves Santo, se hacía el lavado de los pies y manos, y luego el domingo de resurrección, se descubrían los santos, se quitaba el manto negro de la Virgen y se quedaba preciosa de blanco. Se hacía la procesión del encuentro con el niño Jesús. A Él lo llevaban por la calle el Jardín, y en frente de mi casa, se juntaban. Allí se cantaban unas canciones, muy bonitas y emotivas.
…….. El domingo de Ramos en la misa todos llevábamos el ramo, para bendecirle y durante todo el año se dejaba en las cuadras o portales una rama, porque la tradición era que nos protegía durante todo el año. Y ¿sabéis lo que no hacían los mozos? Desde el coro de la iglesia, porque entonces había coro en todas las iglesias, y ellos oían la misa desde arriba. Y como los ramos eran muy largos, ¿qué hacían? Siempre había alguno que destacaba y si alcanzaban la cabeza de alguna de nosotras, nos cogían el velo, ¡nos hacían pasar una vergüenza que no veáis! Estos ramos eran de acebo y como tienen puntas era fácil para ellos. Estos ramos se iba a por ellos al monte Corcos, se encuentra lejos, está en la división Mantinos – Guardo. ¿Quién se cuidaba de ello? Pues el que ese año era el mayordomo de la iglesia, más de una vez, cuando llegaban con el carro tapado de nieve los dejaban en un corralón y ahí se limpiaban lo mejor que se podía, el ramo del Sr. Cura y Alcalde se adornaban con cintas de colores, flores hechas de papel y algún caramelo, rosquillas, etc.…
………Me acuerdo de la Semana Santa, en los oficios, la gente en los reclinatorios, los niños y las niñas en dos filas de rodillas en el suelo haciendo de las suyas, y el tío Conrado y tío Martín cantando a coro en latín, que no entendíamos nada, por lo menos yo. Decían levántate y todos nos poníamos de pie y luego otra vez de rodillas y otra vez de pie.
Ahora que veo el altar mayor, parece que estoy viendo la panorámica que ponían en la Semana Santa, con aquellas imágenes tan espectaculares sobre la pasión de Cristo y los judíos. Eran unas imágenes que impresionaban y que creo se vivía con bastante fervor.
Los demás santos tapados con telas negras; pero de lo que no me puedo olvidar, es de el momento en que se atronaba a los judíos con las carracas y matracos...! Qué tiempos aquellos!
También recuerdo el día del Jueves Santo con el recogimiento que hacíamos velando al SANTÍSIMO y privándonos a lo largo de la cuaresma de las escasas diversiones que en aquellos tiempos teníamos. Creo que para bien o para mal, las cosas han cambiado bastante y bajo mi punto de vista para bien porque creo que para ser buena persona no es necesario vivir con esa angustia pensando que todo es pecado.
……Estoy recordando la semana Santa de mi niñez y primera juventud. Cuando se cubrían las imágenes con crespones de color, morado preferentemente, porque indica sacrificio y penitencia, simbolizando la tristeza, desolación y sufrimiento de Jesús en una noche tan trágica. Otra razón para cubrir las imágenes, era para no descentrarse del misterio de la fe fundamental: la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.
Esto se hacía el Jueves Santo después de la Santa Misa, comenzando la Semana Santa propiamente dicha. Durante esos dos días viernes y sábado Santo no se oficiaba el sacrificio de la misa, hasta el Domingo de Resurrección. Se preparaban los "monumentos" y se celebraban los llamados oficios Divinos. Enmudecían las campanas y se llamaba a los fieles utilizando "carracas" y "mazos" de madera, encargándose los monaguillos de ese menester recorriendo las calles del pueblo haciéndolos sonar.
¡Eso sí, la fiesta del domingo de Resurrección era algo extraordinario! La iglesia volvía a brillar con luz propia. Había volteo de las campanas tocando a Gloria, se descubrían las imágenes y la Santa Misa era solemne, con la solemnidad propia de cada parroquia…….
Monumento de las tinieblas
Por Semana Santa, colocaban en el Altar Mayor, bajando los dos peldaños, de izquierda a derecha, y hasta casi el techo, el “Monumento de las tinieblas”. Eran grandes cuadros (estilo puzle) pintados sobre lona con el tema de la PASIÓN; aquellas grandes figuras representando a Judas, Herodes etc. y la PASIÓN. Impresionaba.
Por la noche íbamos al rezo del Santo Rosario, que se llenaba de gente, las cantoras cantabas canciones de la época y no sé en qué ritual apagaban las luces. Entonces había unos 70 niños y niñas, los niños con las matracas y las niñas con la carraca. Al apagar las luces, empezábamos a tocar con los matracos y carracas... era un ruido espantoso, y nos tenían así un rato. También se oían silbidos y tantas cosas. Hasta que daban la luz y se paraba, siguiendo con los rezos litúrgicos hasta el final.
Como entonces no había bancos se usaban los reclinatorios. Algunas abuelitas llevaban una banqueta pequeña y bajita para sentarse. Pues una noche de "tinieblas", al apagar las luces, ya íbamos preparadas de aguja e hilo, y las cosimos los manteos para que al salir de la Iglesia no pudieran separarse, ya que estaban "atadas". ¡Qué risa nosotras!