Ma Tere, estoy totalmente de acuerdo contigo. Es una manera de no perder nunca el contacto y la relación con las personas de tu pueblo. Ciertamente, que sirve para todo: buenas noticias, no tan buenas y por desgracia también las malas. Yo sigo con mis ideas: parece mentira que un pueblo con tan pocos habitantes, lleguemos a querer tanto nuestras raíces. Me imagino que no es culpa nuestra, sino de nuestros seres más queridos que nos enseñaron: a amar, querer y luchar por esos principios que siempre llevaron consigo y que seguimos llevando nosotros. Que sigamos luchando y amando nuestra tierra, estemos donde estemos. Hoy ya no existen las distancias. Pero es bonito de vez en cuando entrar y que sepamos los unos de los otros que por lo menos seguimos vivos. Abrazos para todos y todas.