MANTINOS: Me alegro de que todavía puedan salir historias que...

Buenas tardes amigos y amigas de Mantinos. Acabo de leer lo último que nos acaban de explicar sobre los lobos. Cuando yo era muy niño, mis padres sacaban el abono de las vacas y de los cerdos. En esos momentos que se limpiaba la cuadra, sacaban los cerdos a la calle y en muchas ocasiones vi cómo el lobo atacaba a dichos animales. He visto cómo en salacuesta había alguna oveja y ver al lobo desde casa cómo atacaba a estas ovejas que no estaban con el ganado porque estaban cojas o enfermas. También recuerdo que algunos cazadores del pueblo, cuando les hemos avisado han ido a perseguir a este animal que tanto daño ha hecho en nuestro pueblo. Cuando era muy pequeño tenía unas anginas que no me permitían comer y lo pasaba muy mal. Mi madre me dijo que teníamos que ir a Cervera del Pisuerga a quitármelas. Había que levantarse muy temprano, ir a Guardo a coger el tren, pero sobre todo teníamos que ir caminando hasta el pueblo de al lado. Antes de llegar a Guardo por la carretera, apareció un lobo y el pánico se apoderó de los dos. Mi madre que siempre tuvo unos ovarios muy grandes me dijo: tranquilo hijo que no nos pasará nada. Cogió unas ramas de roble secas y con unas cerillas que llevaba las encenció, empezó a chillar y el lobo desapareció. En mi vida es la vez que más miedo he pasado. Gracias a una madre que siempre iba preparada, con mucho valor y dispuesta a enfrentarse a cualquier adversidad. Evangelina era mucho Evangelina, todas y todos los que llegasteis a conocerla recordaréis de su carácter y siempre a ayudar y dar todo por los demás. Resumiendo. Nunca vi tan cerca un lobo como en estas tres circunstancias que os he comentado. La nieve llegaba siempre a la ventana de la cocina en invierno y me imagino que cuando se limpiaba la cuadra y las ovejas no podían salir a pastar, llegaban al pueblo a los corrales. ¡Qué tiempos! Os deseamos lo mejor a todas y a todas las de Mantinos. Besos y abrazos de los dos.

Me alegro de que todavía puedan salir historias que contar. Está bien que profundicemos dentro de nosotros porque siempre sale algo nuevo.
Todo es ponerse y tener ganas de contarlo.