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COMUNIONES
Recuerdo este día tan maravilloso para mí. Don Emiliano nos daba un pocillo de chocolate y bizcochos, os podéis imaginar lo bueno que sabía, ya que antes se iba a comulgar en ayunas, así que ese chocolate nos sabía a ¡gloria bendita! Lo malo que tenía que era tan poquito, claro, es que éra-mos muchos. O Elisa una tacaña (Elisa era la asistenta).
………. Llegó mi Primera Comunión. Me acuerdo que mi vestido, era de mi hermana. Lo que sí estrené fueron unas bambas y una corona de flo-res, en este caso era de margaritas cogidas en los prados, poco antes de que se celebrara la misa. Y en esta iglesia, la del pueblo, el mismo que me bau-tizó primero, luego, como os digo, la Comunión, y para rematar, me casó; ¿quién fue ese cura? Don Emiliano, que estuvo años y años en mi pueblo, ese pueblo que quiero tanto.
Recuerdo este día tan maravilloso para mí. Don Emiliano nos daba un pocillo de chocolate y bizcochos, os podéis imaginar lo bueno que sabía, ya que antes se iba a comulgar en ayunas, así que ese chocolate nos sabía a ¡gloria bendita! Lo malo que tenía que era tan poquito, claro, es que éra-mos muchos. O Elisa una tacaña (Elisa era la asistenta).
………. Llegó mi Primera Comunión. Me acuerdo que mi vestido, era de mi hermana. Lo que sí estrené fueron unas bambas y una corona de flo-res, en este caso era de margaritas cogidas en los prados, poco antes de que se celebrara la misa. Y en esta iglesia, la del pueblo, el mismo que me bau-tizó primero, luego, como os digo, la Comunión, y para rematar, me casó; ¿quién fue ese cura? Don Emiliano, que estuvo años y años en mi pueblo, ese pueblo que quiero tanto.
