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ROMERIA DEL CRISTO
….. Yo recuerdo que antes del Cristo venían aquellas piaras de cerdos negros, cuando pasaban por el pueblo cómo nos gustaba ir a verlas, se comían todo lo que encontraban por el camino, por la tarde noche iban a dormir a la cuadra de tu padre, para el día siguiente recorrer el camino para llegar al Cristo, yo recuerdo de niño que un año mi abuelo compró uno de esos para cebarle para el tiempo de la matanza.
Los pequeños y los jóvenes íbamos andando, y en la fuente de Campondon, nos lavábamos los pies del polvo, nos poníamos los zapatos o zapatillas, y corriendo ya que estábamos deseando de gastarnos el dinerillo que nos habían dado en caramelos, uvas, y bueno poco más.
Independiente de la importancia de cada feria, para los jóvenes era como una fuga de escape, porque podían subir a Guardo, a echarse unos cuantos bailes, y cómo no, ligar.
Como bien os he dicho, de Mantinos a Guardo, se iba a patita... con los zapatos en la bolsa, y cuando llegaban, se cambiaban en una casa que había a la entrada, que se llamaba Matea. Luego al regreso, se volvían a juntar...
….. Yo recuerdo que antes del Cristo venían aquellas piaras de cerdos negros, cuando pasaban por el pueblo cómo nos gustaba ir a verlas, se comían todo lo que encontraban por el camino, por la tarde noche iban a dormir a la cuadra de tu padre, para el día siguiente recorrer el camino para llegar al Cristo, yo recuerdo de niño que un año mi abuelo compró uno de esos para cebarle para el tiempo de la matanza.
Los pequeños y los jóvenes íbamos andando, y en la fuente de Campondon, nos lavábamos los pies del polvo, nos poníamos los zapatos o zapatillas, y corriendo ya que estábamos deseando de gastarnos el dinerillo que nos habían dado en caramelos, uvas, y bueno poco más.
Independiente de la importancia de cada feria, para los jóvenes era como una fuga de escape, porque podían subir a Guardo, a echarse unos cuantos bailes, y cómo no, ligar.
Como bien os he dicho, de Mantinos a Guardo, se iba a patita... con los zapatos en la bolsa, y cuando llegaban, se cambiaban en una casa que había a la entrada, que se llamaba Matea. Luego al regreso, se volvían a juntar...