Tradición religiosa
La Romería del Brezo congrega a más de tres mil personas
El buen tiempo que reinó durante la jornada de ayer hizo que la misa mayor se pudiera oficiar en la parte trasera de la ermita
Uno de los momentos más emotivos que se vivió en esta fiesta religiosa fue el de la despedida de la Virgen donde miles de pañuelos blancos, simulando palomas, inundaron la campa exterior del Santuario. Un conocido refrán dice que después de la tormenta siempre llega la calma. Pues bien, este conocido dicho se ha cumplido y es que tras varios días de bajas temperaturas y tormentas, el buen tiempo no ha querido faltar a una de las citas religiosas más señaladas e importantes que se registran en el calendario de la comarca de La Peña: la Romería de la Virgen del Brezo que se celebra cada 21 de septiembre. Se trata de un acto tradicional y arraigado que hoy en día continúa congregando a un buen número de devotos que acuden fieles a rendir honores a la Virgen. Según fuentes de la organización, ayer fueron más de 3.000 personas las que se dieron cita en este enclave natural situado a 1.360 metros de altura, para disfrutar de una jornada religiosa y familiar. Hubo gente que, tal y como marca la tradición, subió andando los cuatro kilómetros que separan Aviñante de la Peña del Santuario. Otros prefirieron realizar este trayecto en coche y otros en los autobuses que se habían fletado para tal fin. Los paraguas y los periódicos se utilizaron en esta ocasión para resguardarse del los rayos solares que golpearon fuerte durante la mañana. Además, un buen número de personas optaron por llevar sillas desplegables para disfrutar de manera más cómoda de los actos religiosos organizados, los cuales dieron comienzo a las 11 horas con la apertura al público de la capilla de la Virgen del Mar. Pero sin duda alguna, el acto central de este día volvió a ser la misa mayor que ofició el obispo de Palencia, José Ignacio Munilla, en la parte trasera de la ermita y en la que la Virgen del Brezo reapareció ante sus numerosos fieles con un espectacular manto azul marino, una corona que simboliza el amor de las gentes de La Peña y un gran ramo de rosas rojas. Tras esta celebración llegó el momento más esperado y emotivo de la jornada; la despedida de la Santina, como se la denomina cariñosamente, a través del agitar de miles de pañuelos blancos. Un hecho que siempre evoca el vuelo de palomas en torno a la imagen y con el que se acompañó a la Santa hasta el interior de la ermita, donde descansará custodiada hasta el próximo año. A este acto religioso asistieron los senadores José Antonio Rubio Mielgo y Julián Gutiérrez; el delegado de la Junta de Castilla y León, José María Hernández; el presidente y la diputada de Cultura y Deportes de la Institución Provincial, Enrique Martín y María José Ortega, respectivamente, y varios alcaldes y concejales de la zona. Asimismo, hubo gente que, una vez acabada la eucaristía y tras visitar los numerosos expositores de alimentación y artesanía ubicados en las inmediaciones de la ermita, disfrutó de una comida campestre en la explanada del Brezo. A las 18 horas se ofició una misa en la Fuente de los Pastores y como colofón al día de la Romería de la Virgen del Brezo el Ayuntamiento de Santibáñez de la Peña organizó un baile de despedida en Aviñante. Este año, y a diferencia del anterior, la Guardia Civil no registró problemas en el tránsito y estacionamiento de vehículos puesto que el número de coches se vio reducido al haber coincido la fiesta con un día laborable. Sin duda, la de ayer volvió a ser una jornada en la que la emotividad, el fervor y la pasión de los feligreses congregados se respiraron en un ambiente donde las buenas temperaturas hicieron de la velada un día muy especial para muchos.
La Romería del Brezo congrega a más de tres mil personas
El buen tiempo que reinó durante la jornada de ayer hizo que la misa mayor se pudiera oficiar en la parte trasera de la ermita
Uno de los momentos más emotivos que se vivió en esta fiesta religiosa fue el de la despedida de la Virgen donde miles de pañuelos blancos, simulando palomas, inundaron la campa exterior del Santuario. Un conocido refrán dice que después de la tormenta siempre llega la calma. Pues bien, este conocido dicho se ha cumplido y es que tras varios días de bajas temperaturas y tormentas, el buen tiempo no ha querido faltar a una de las citas religiosas más señaladas e importantes que se registran en el calendario de la comarca de La Peña: la Romería de la Virgen del Brezo que se celebra cada 21 de septiembre. Se trata de un acto tradicional y arraigado que hoy en día continúa congregando a un buen número de devotos que acuden fieles a rendir honores a la Virgen. Según fuentes de la organización, ayer fueron más de 3.000 personas las que se dieron cita en este enclave natural situado a 1.360 metros de altura, para disfrutar de una jornada religiosa y familiar. Hubo gente que, tal y como marca la tradición, subió andando los cuatro kilómetros que separan Aviñante de la Peña del Santuario. Otros prefirieron realizar este trayecto en coche y otros en los autobuses que se habían fletado para tal fin. Los paraguas y los periódicos se utilizaron en esta ocasión para resguardarse del los rayos solares que golpearon fuerte durante la mañana. Además, un buen número de personas optaron por llevar sillas desplegables para disfrutar de manera más cómoda de los actos religiosos organizados, los cuales dieron comienzo a las 11 horas con la apertura al público de la capilla de la Virgen del Mar. Pero sin duda alguna, el acto central de este día volvió a ser la misa mayor que ofició el obispo de Palencia, José Ignacio Munilla, en la parte trasera de la ermita y en la que la Virgen del Brezo reapareció ante sus numerosos fieles con un espectacular manto azul marino, una corona que simboliza el amor de las gentes de La Peña y un gran ramo de rosas rojas. Tras esta celebración llegó el momento más esperado y emotivo de la jornada; la despedida de la Santina, como se la denomina cariñosamente, a través del agitar de miles de pañuelos blancos. Un hecho que siempre evoca el vuelo de palomas en torno a la imagen y con el que se acompañó a la Santa hasta el interior de la ermita, donde descansará custodiada hasta el próximo año. A este acto religioso asistieron los senadores José Antonio Rubio Mielgo y Julián Gutiérrez; el delegado de la Junta de Castilla y León, José María Hernández; el presidente y la diputada de Cultura y Deportes de la Institución Provincial, Enrique Martín y María José Ortega, respectivamente, y varios alcaldes y concejales de la zona. Asimismo, hubo gente que, una vez acabada la eucaristía y tras visitar los numerosos expositores de alimentación y artesanía ubicados en las inmediaciones de la ermita, disfrutó de una comida campestre en la explanada del Brezo. A las 18 horas se ofició una misa en la Fuente de los Pastores y como colofón al día de la Romería de la Virgen del Brezo el Ayuntamiento de Santibáñez de la Peña organizó un baile de despedida en Aviñante. Este año, y a diferencia del anterior, la Guardia Civil no registró problemas en el tránsito y estacionamiento de vehículos puesto que el número de coches se vio reducido al haber coincido la fiesta con un día laborable. Sin duda, la de ayer volvió a ser una jornada en la que la emotividad, el fervor y la pasión de los feligreses congregados se respiraron en un ambiente donde las buenas temperaturas hicieron de la velada un día muy especial para muchos.