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MANTINOS: Afirmaciones como que el azúcar causa hiperactividad...

Afirmaciones como que el azúcar causa hiperactividad en los niños o que hay remedios para la resaca no tienen ninguna base
Un estudio desmonta mitos médicos arraigados en la cultura popular
Consumir azúcar no vuelve hiperactivos a los niños; los suicidios no aumentan en navidades; la flor de Pascua no es tóxica; la cabeza no es la parte del cuerpo por donde más calor perdemos; comer antes de acostarse no engorda más; y la resaca no tiene cura conocida, para desgracia de los más juerguistas. Estas son las seis conclusiones de un artículo publicado en el número navideño de la revista 'British Medical Journal' que desmonta una serie de creencias populares relacionadas con la salud, muy arraigadas incluso entre algunos médicos.
Rachel Vreeman y Aaron Carroll, dos profesores de la facultad de Medicina de la Universidad de Indiana (EE. UU.), decidieron poner en cuestión estos lugares comunes, convencidos de que las creencias médicas «requieren ser examinadas y reexaminadas». Los dos expertos señalan que estas fechas «ofrecen una buena oportunidad para poner a prueba muchas creencias relacionadas con la salud que se vuelven a divulgar por esta época del año». Los autores elaboraron una lista de seis mitos «relacionados con la Navidad o el invierno y buscamos en Medline -una base de datos especializada de literatura médica y farmacológica- evidencias científicas que los apoyaran o las refutaran». Cuando no encontraban ninguna referencia científica, Vreeman y Carroll rastreaban en Google, el buscador más popular entre los internautas. El resultado fue que las seis creencias son falsas.
Para empezar, no es cierto que el azúcar cause hiperactividad en los niños. «La visión de los dulces navideños aterroriza a muchos padres», escriben los investigadores. Para tranquilidad de los progenitores, no existe prueba alguna de que el consumo de caramelos, chocolate y bebidas azucaradas ponga a los pequeños fuera de control. Para demostrarlo citan hasta 12 estudios que «examinan cómo reaccionan los niños a las dietas con diferentes niveles de azúcar». Ninguna de estas investigaciones, «ni siquiera las específicas centradas en pequeños con desórdenes de déficit de atención o hiperactividad, detectaron ninguna diferencia de comportamiento» después de haber consumido azúcar. Ni siquiera en casos de pequeños que habían sido considerados 'sensibles' al dulce. Pero lo que sí cambia es la reacción de los padres «frente al mito del azúcar». Cuando creen que sus hijos «han tomado una bebida azucarada -incluso cuando en realidad no lo es-, tienden a catalogar automáticamente el comportamiento de los pequeños como hiperactivo». La diferencia está en la mente de los padres, no en lo que hacen los críos.