Qué agradable sorpresa es encontrar a gente que escribe del pueblo donde nací y donde todavía voy a pasar alguna temporada en periodos repartidos durante el año. Conocí al sr. Julián, el sacristán, pues yo fui monaguillo durante varios años, y he jugado durante muchos veranos con las nietas del sr. Manuel Redondo: "las panamases".
Ahora, el pueblo tiene ese puntillo bucólico en primavera, alegre en verano, triste en otoño y melancólico en invierno que le hace parecerse tanto a todos los pueblos vecinos. Saludos a todos los que de una u otra forma quieren a Marcilla.
Ahora, el pueblo tiene ese puntillo bucólico en primavera, alegre en verano, triste en otoño y melancólico en invierno que le hace parecerse tanto a todos los pueblos vecinos. Saludos a todos los que de una u otra forma quieren a Marcilla.