Estaba situada, aproximadamente, donde el actual Humilladero, y las eras más próximas eran designadas con este sobrenombre: Las eras de San Andrés. Desapareció en la segunda mitad del s. XVII y de ella a penas se habla en los libros de Cuentas de Fábrica, tan sólo con ocasión de algún que otro retejo o reparación muy sencilla, por lo que me da la impresión de que era más pequeña que la de San Marcelo, y aún más modesta: Paredes de tierra, alero de madera, y en su interior, en lugar de bóveda o de artesonado, la misma cubierta de tabla sobre la que se apoyaban las tejas. La imagen de San Andrés que se encuentra en la hornacina superior del Retablo Mayor, prolonga el recuerdo de esta ermita, si bien data de 1765 cuando se construyó este retablo junto con sus imágenes.
Consultar: “Marcilla huellas del pasado” de D. Fco. Herreros Estébanez.
Consultar: “Marcilla huellas del pasado” de D. Fco. Herreros Estébanez.