LOS ZAPATEROS
Se hablaba entonces de zapatos de piel de hierro, y ¡qué calzado más fuerte hacán aquellos zapateros, para aquellos labradores y criados de labranza, que iban tras el arado pisando tabones, o cavando a pala, o pisaban tanto barro, o andaban con el abono!. Y no hay que ir tan lejos, porque los mayores de 50 años conocimos muy bien a los hermanos Ramón, Atilano y Eleuterio Olea González, zapateros hijos de Eustaquio Olea Vázquez, también zapatero (1886-1934). Y sabemos que no sólo reparaban el calzado que se iba rompiendo, sino que también compraban piezas más o menos grandes de cuero y de badana, y los hacían nuevos a la medida cuando se los encargaban, zapatos altos, incluso con tachuelas, especiales para el campo. Aunque también entendían de barberos y peluqueros, ya que eran los que al mismo tiempo atendían al pueblo, en aquellos años en que todavía no se habían generalizado las maquinillas de afeitar.
A los que hemos conocido siempre aceras y saneadas las calles con firmes de cascajo, nos puede parecer exagerado lo que oímos algunas veces a los mayores, que antes, después de llover bien, se formaban tales atestaderos, que la mejor forma y a veces casi la única de andar curioso por la calle, era ir montado en burro. Si a esto añadimos el tiempo que se dedicaba al abono, a los tabones del campo, al cavado de pala y al de tantas viñas como había entonces, no nos debe extrañar que los zapateros tuvieran tanto trabajo y recurrieran a sistemas menos vistosos pero seguros que respondieran al trajín que les esperaba. Y con todo, cómo quedaban algunos zapatos superfuertes, sobre todo en las faenas de binadura áspera, después de pisar tantos y tantos tabones. Todo esto nos lo podían ilustrar muy bien zapateros que se fueron sucediendo como:
• Juan de Cadiyuela 1527-1578
• Francisco Serna 1586-1591
• Matías Bregón Palomino 1743-1766
• Benito Pérez Aparicio 1797-1829
• José Ruiz Estébanez 1831-1849
• Vicente González del Cura 1835-1855
• Martín Delgado Bregón 1849-1868
• Toribio Cuende García 1881-1900
• Manuel Santos Panojo 1899-1921
• Eustaquio Olea Vázquez 1886-1934
• Agustín González Minués 1921-1928
Por citar a los que arraigaron más en el pueblo, sin olvidar a los hermanos Ramón, Atilano y Eleuterio Olea González que han conocido también los de media edad.
Nota: Datos tomados de: “Marcilla huellas del pasado” de D. Fco. Herreros Estébanez.
Se hablaba entonces de zapatos de piel de hierro, y ¡qué calzado más fuerte hacán aquellos zapateros, para aquellos labradores y criados de labranza, que iban tras el arado pisando tabones, o cavando a pala, o pisaban tanto barro, o andaban con el abono!. Y no hay que ir tan lejos, porque los mayores de 50 años conocimos muy bien a los hermanos Ramón, Atilano y Eleuterio Olea González, zapateros hijos de Eustaquio Olea Vázquez, también zapatero (1886-1934). Y sabemos que no sólo reparaban el calzado que se iba rompiendo, sino que también compraban piezas más o menos grandes de cuero y de badana, y los hacían nuevos a la medida cuando se los encargaban, zapatos altos, incluso con tachuelas, especiales para el campo. Aunque también entendían de barberos y peluqueros, ya que eran los que al mismo tiempo atendían al pueblo, en aquellos años en que todavía no se habían generalizado las maquinillas de afeitar.
A los que hemos conocido siempre aceras y saneadas las calles con firmes de cascajo, nos puede parecer exagerado lo que oímos algunas veces a los mayores, que antes, después de llover bien, se formaban tales atestaderos, que la mejor forma y a veces casi la única de andar curioso por la calle, era ir montado en burro. Si a esto añadimos el tiempo que se dedicaba al abono, a los tabones del campo, al cavado de pala y al de tantas viñas como había entonces, no nos debe extrañar que los zapateros tuvieran tanto trabajo y recurrieran a sistemas menos vistosos pero seguros que respondieran al trajín que les esperaba. Y con todo, cómo quedaban algunos zapatos superfuertes, sobre todo en las faenas de binadura áspera, después de pisar tantos y tantos tabones. Todo esto nos lo podían ilustrar muy bien zapateros que se fueron sucediendo como:
• Juan de Cadiyuela 1527-1578
• Francisco Serna 1586-1591
• Matías Bregón Palomino 1743-1766
• Benito Pérez Aparicio 1797-1829
• José Ruiz Estébanez 1831-1849
• Vicente González del Cura 1835-1855
• Martín Delgado Bregón 1849-1868
• Toribio Cuende García 1881-1900
• Manuel Santos Panojo 1899-1921
• Eustaquio Olea Vázquez 1886-1934
• Agustín González Minués 1921-1928
Por citar a los que arraigaron más en el pueblo, sin olvidar a los hermanos Ramón, Atilano y Eleuterio Olea González que han conocido también los de media edad.
Nota: Datos tomados de: “Marcilla huellas del pasado” de D. Fco. Herreros Estébanez.