Muchas
iglesias del
Románico Norte me ha impresionado, pero esta sobremanera, la primera vez que la vi hace muchas décadas. Solitaria, alejada del
pueblo, armoniosa, con dos
portadas opuestas, con unos
canecillos grandes y sugerentes, una verdadera joya... Hablan de un
monasterio del que formó parte. Hoy así tal como se ve en una meseta que domina el entorno es digna de verse y disfrutarla...