como todo una gran mentira rucuerdo de pekeña k mi madre la pagaba para k mi padre pudiese comer aso un caxito de tocino, 25 pesetas k despues no avia para pan q sinberguenzas, luegu fuimos un jueves santo a segovia y sorpresa en unrestaurante estaban todos esos k tienen los botones rojos comiendo cochinillo seguro k pagaron bula enfin az lo k yo digo no lo k yo ago un beso