Hola a todos, aún queda un majuelo en el pueblo, que está situado en " las viñas de arriba ", que linda a la derecha con el que fuera el majuelo del Sr. Bonifacio Calleja, y a la izquierda con el que fué del Sr. Maxi, el marido de la Sra Jesusa y padre de Sabina y Mercedes. Recuerdo que en éste último había un acerolo enorme, al que alguna vez me acerqué clandestinamente a coger algunas acerolas, y las mas de las veces tuve que salir corriendo perseguido por el bueno del citado Sr maxi con su mula. En cuanto al majuelo del Sr. bonifacio Calleja, le recuerdo con un cariño especial, pues durante varios años lo atendió mi padre, con la ayuda de mi hermano Felipe y la mía, o sea, que sé lo que es podar en adviento, y recoger los palos, alumbrar, azufrar, y como es lógico, vendimiar y pisar la uva. Pero también tuve el placer durante algunos años, de disfrutar de aquél inolvidable clarete que hacíamos y que acompañado de algún choricillo de la matanza, te hacía olvidar todos los esfuerzos realizados.
La primera vez que escuché "en vivo y en directo" una canción de vendimia, yo tenía 12 años, yo le había pedido a mi madre insistentemente, que me dejara ir a vendimiar, y al final no solo me dejó, sinó que ella misma me hizo la famosa almohadilla que nos poníamos en el hombro para que el cesto no nos hiciera daño. Y así, una soleada y fresca mañana de Octubre, me ví rodeado de un grupo de animosas mujeres, dispuestas a pasar un día trabajando en el campo, no se oían quejas ni lamentos. Muy pronto, la Sra. Balbina Pérez (no se si a Jose le sonará), se arrancó con el primer cántico que decía así: De quién es esta cuadrilla, cuadrilla de tanto rumbo, es la cuadrilla de Paco, que lleva la sal del mundo, que déjame subir al carro carretero, que déjame subir, que de pena me muero......
Como se madrugaba mucho, las mujeres dejaban a sus hijos en la cama, por éso al volver, se cantaban otras cosas que aludían a ésa situación, por ejemplo: A la entrada de Meneses, lo primero que se ve, son las ventanas abiertas, y las camas sin hacer, que déjame subir al carro carretero, que déjame subir que de pena me muero..... Y al día siguiente, otra vez al tajo.
Para terminar, quiero aclarar que el último majuelo que he citado, era el del Sr. Armenio que al parecer, lindaba con otro pequeño del Sr. Jacinto. Con el tiempo lo compró Cruz Martín, el hermano de Marino, y las cepas que ahora tiene, las plantamos entre Aureliano el padre de Maite, Teodoro y Yó, probablemente acompañados por alguien mas, que ahora no recuerdo. Los palos, los trajo Cruz Martín, de algún pueblo de La Rioja.
Espero que éste comentario, os haya traído buenos recuerdos.
Un abrazo a todos.
La primera vez que escuché "en vivo y en directo" una canción de vendimia, yo tenía 12 años, yo le había pedido a mi madre insistentemente, que me dejara ir a vendimiar, y al final no solo me dejó, sinó que ella misma me hizo la famosa almohadilla que nos poníamos en el hombro para que el cesto no nos hiciera daño. Y así, una soleada y fresca mañana de Octubre, me ví rodeado de un grupo de animosas mujeres, dispuestas a pasar un día trabajando en el campo, no se oían quejas ni lamentos. Muy pronto, la Sra. Balbina Pérez (no se si a Jose le sonará), se arrancó con el primer cántico que decía así: De quién es esta cuadrilla, cuadrilla de tanto rumbo, es la cuadrilla de Paco, que lleva la sal del mundo, que déjame subir al carro carretero, que déjame subir, que de pena me muero......
Como se madrugaba mucho, las mujeres dejaban a sus hijos en la cama, por éso al volver, se cantaban otras cosas que aludían a ésa situación, por ejemplo: A la entrada de Meneses, lo primero que se ve, son las ventanas abiertas, y las camas sin hacer, que déjame subir al carro carretero, que déjame subir que de pena me muero..... Y al día siguiente, otra vez al tajo.
Para terminar, quiero aclarar que el último majuelo que he citado, era el del Sr. Armenio que al parecer, lindaba con otro pequeño del Sr. Jacinto. Con el tiempo lo compró Cruz Martín, el hermano de Marino, y las cepas que ahora tiene, las plantamos entre Aureliano el padre de Maite, Teodoro y Yó, probablemente acompañados por alguien mas, que ahora no recuerdo. Los palos, los trajo Cruz Martín, de algún pueblo de La Rioja.
Espero que éste comentario, os haya traído buenos recuerdos.
Un abrazo a todos.