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Beatificación en la catedral de Santander, NAVEROS DE PISUERGA

El pasado 3 de octubre fueron beatificados 16 monjes de la Abadía Cisterciense de Cóbreces (Cantabria) y 2 monjas cistercienses de la Abadia Fons Salutis (Valencia).
Durante la guerra civil española fueron detenidos en su monasterio y trasladados a diversos lugares y cárceles, sufrieron persecución, malos tratos, y finalmente la muerte. Asimismo, se mantuvieron firmes en todo momento a los compromisos de su vocación. Ninguno de ellos participó, previamente a su detención, en actividades de tipo político. Y puede decirse que su asesinato fue exclusivamente por el hecho de ser religiosos.
Uno de estos religiosos mártires, beatificado el 3 de octubre, fue Fray Marcelino Martín Rubio, cuya madre Brígida Rubio San Millán nació en Naveros de Pisuerga. Fray Marcelino nació en 1913 en Espinosa de Villagonzalo. Primeramente fue encarcelado y luego liberado; fue arrestado de nuevo y siguió la suerte de los demás frailes, la mayoría de ellos arrojados vivos a las aguas del mar Cantábrico en Santander. A través de las cartas dirigidas a una tía suya, Sor Mª Jesús Rubio San Millán, monja cisterciense en Burgos, se puede observar el proceso martirial de él y de todos sus compañeros. Fray Marcelino, abierto y alegre de carácter, no ocultó su condición de religioso en el momento de su detención final, cosa que podía haber hecho para librarse de la muerte.
La ceremonia de beatificación tuvo lugar el pasado 3 de octubre de 2015 en la catedral de Santander presidida por el Cardenal Angelo Amato, en representación del Papa, Prefecto de la Congragación para las Causas de los Santos, quien dio lectura a la Carta Apostólica en la que Su Santidad inscribe en el libro de los beatos a los siervos de Dios que dieron la vida en defensa de la fe.
(3 de Octubre de 2015)