Grupo de familiares y amigos junto al faro de Santander desde donde el beato Marcelino Martín Rubio (23 años) fue arrojado al mar en 1936, durante la guerra civil española, por ser fraile y no querer renegar de su fe cristiana. El 3 de octubre de 2015 fue declarado beato en la catedral de Santander junto con otros 17 compañeros de comunidad que siguieron la misma suerte.