Esta fotografía de la iglesia, tomada de este lado, me recuerda que, al pie de la misma, en el camino que conduce al pueblo, hoy asfaltado, pero hace años de tierra y piedras, se hallaron huesos de tumbas muy antiguas por lo que pienso que allí existió el primitivo cementerio del pueblo. Posteriormente se construyó otro al otro lado del camino, frente a la iglesia, hoy también desaparecido que muchos del pueblo conocimos, donde se enterró hasta aproximadamente 1937. A partir de entonces se empezó a enterrar en el nuevo cementerio en el límite de Naveros-Olmos y compartido por los dos pueblos junto a la carretera. Las primeras personas enterradas de Naveros, al fondo en la esquina izquierda, fueron por este orden, la abuela de Julia Serrano, el señor Esteban, padre de Segundo y mi abuelo Florencio, esclusero. Era por aquel entonces párroco Don Aureliano que poco tiempo después fue trasladado a Arenillas.