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NAVEROS DE PISUERGA: Datos que pueden servir a Carmela de la empresa Ambigés,...

Datos que pueden servir a Carmela de la empresa Ambigés, para elaborar la señalización turística e interpretativa.
El Canal de Castilla cuyo recorrido es de 207 Km entre Alar del Rey, Medina de Rioseco y Valladolid. Se empezó a construir 1n 1753 (Calahorra de Rivas) y finalizaron los trabajos en 1849 (Medina de Rioseco). Consta de tres ramales o canales unidos entre sí formando una Y invertida: Canal del Norte (Alar del Rey- Calahorra de Rivas), Canal de Campos (Calahorra de Rivas-Medina de Rioseco) y Canal del Sur (El Serrón-Valladolid)
Entre los 3 extremos del canal existe un desnivel de 170 m. Para salvar estas cotas se construyeron 49 esclusas (24 ramal norte, 18 ramal sur y 7 ramal Campos.
La esclusa es el elemento fundamental para el funcionamiento del canal. En el Canal de Castilla sólo funcionaban de sol a sol y eran atendidas fundamentalmente por operarios especializados llamados escluseros. En cada esclusa solía residir, junto con su familia, un esclusero.
La labor primordial del esclusero era dar paso a las barcas para lo cual necesitaba realizar una serie de maniobras habitualmente manuales: desenganchar las mulas que tiraban de la barca, cierre y apertura de las cuatro compuertas (dos superiores y dos inferiores) mediante cabrestantes manuales giratorios y una vez que la barca proseguía su camino, regular el agua a su nivel anterior.
Antiguamente las llegadas de las barcas a la esclusa se divisaban a ojo ya que hasta muy entrado el siglo 20 no funcionó una línea telefónica propia del canal para avisar al esclusero de la proximidad de una barca. En su demarcacción el esclusero era el responsable de que todo funcionara correctamente y su servicio era permanente las 24 horas del día. La vigilancia del nivel del agua era constante ya que se podían producir mermas o crecidas del nivel del canal que había que corregir mediante la apertura o cierre del mecanismo correspondiente.
Les correspondía igualmente vigilar las márgenes del canal para que no transitaran por ellas vehículos, que no fueran los propios del Canal, ni animales (rebaños de ovejas etc).
Para ello tenían la facultar de multar a los infractores.
El esclusero vivía con su familia en la casa junto a la esclusa. En muchos casos la familia era numerosa con hijos de corta edad que había que vigilar para que no cayeran a la esclusa o al canal. Se dieron varios casos de caídas de menores incluso en mi propia familia.
La mayoría de las esclusas se hallaban a bastante distancia de la población más cercana lo que significaba un problema añadido a la hora de ir a la escuela para los escolares que tenían que recorrer varios kilómetros o para las compras del ama de casa.
Finalmente y como homenaje a tan digna y sacrificada profesión me permito recordar a aquellos escluseros que yo conocí en mi niñez (década de los 40):.
Basilio, en Carrecalzada (llamado el fiel, que era como el responsable de un sector del canal), mi abuelo Florencio en Naveros de Pisuerga, le sucedió mi padre Mauro en esta esclusa a su muerte en 1938, Francisco y Antonio en Olmos de Pisuerga, Teodoro en Pradojo (Castrillo), Eleuterio (San Llorente de la Vega, Cirilo (Herrera de Pisuerga, Diosdado (Barrio), Cástor (Alar) y muchos otros que están en mi memoria pero que no nombro por no alargar este mensaje. A todos ellos un grato recuerdo y homenaje por su gran profesionalidad y entrega en su labor como escluseros del Canal de Castilla. PEDRO/SANTANDER