En medio de la estepa castellana, habitada de recios labradores y sabios pastores, rodeada de tierra de
campos, de sembrados amarillos que llevan al
pueblo envueltos en el Cierzo, los aromas de la cebada recién segada, de suaves lomas orladas de tomillos y de opourtunas choperas que nos conducen al bravo y caudaloso
río Carrión, allí se encuentra
Nogal de las Huertas, pueblo de secano y de regadío, de luces y
sombras, de verdes y dorados. Allí viven nuestros mejores años de infancia, junto a los
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