El martes me gustó volver a ese
pueblo y llevarme una gran sorpresa. Con una urbanización que llama la atención, de lujo, que muchos
pueblos quisieran tener... Había estado otras veces, con
calles llenas de polvo o barro, así que quedé sorprendido. Volví a ver la
casa de García Guinea, la del conde
Fraguas y tuve la suerte de charlar un buen rato con un matrimonio amabilísimo... Un cordial saludo para ellos, con la
foto de su casa...