Acabo de visitar este auténtico patrimonio histórico y guardaré por mucho tiempo, ademas de su belleza natural, la sensación de paz que en ella respiraba y el haberme sentido trasladado muchos siglos atrás.
Impresiona descubrir y admirar el trabajo de unos hombres que, movidos por su fe en Aquel que todo lo ha creado, han vivido en lugares como este para hacerLo conocer a todos.
No quiero dejar de agradecer a Belén, la señora que con prontitud y amabilidad muestra la
iglesia, por su tesón y dedicación
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