En uno de los extremos del
pueblo se puede admirar la
iglesia de Nuestra Señora, de típico estilo
gótico de la zona (seguramente de los siglos XVI o XVII), con
campanario de la época y dos arbotantes añadidos a principios de los años 1930 para corregir algún posible derrumbe. Junto a cada arbotante se plantaron sendos
cipreses que ahora adornan lo que fue el pequeño
cementerio de la iglesia. Esta iglesia sustituyó a otra de la que se tiene noticia que estaba situada en medio de la villa, posiblemente
románica -como era normal en todos los
pueblos de repoblación- y de la que sería la
virgen románica que fue vendida en los años 1950 para poner la tarima de la iglesia, los bancos de madera, pintar las paredes y algún otro arreglo más.