Estas dos
santas, Justa y Rufina, fueron dos hermanas que nacieron en
Sevilla en una
familia muy modesta pero de sólida fe cristiana. Corría el año 287 después de Jesucristo y se dedicaban a vender
cerámica en toda la provincia
romana española de la Bética. No consentían que su cerámica fuera comprada para sacrificios paganos cuando la vendían por el
barrio de Triana en el que vivían, y se cuenta que tampoco les gustaban las
procesiones paganas que todos los años se organizabanen honor de la diosa
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