La verdad es que en verano, cuando el calor aprieta, resulta muy agradable descubrir estos rincones en nuestros pueblos. Uno puede ponerse a la sombra de los árboles, o entrar en el pórtico (más fresco) o, antes, incluso entrar dentro de la iglesia ( todavía con mejor temprartura). En esta caso, se da la cicunstancia de que la iglesia está en los más alto del pueblo. Fué muy agradable estar allí y sacar esta foto.