En sus poesías vemos reflejada la veneración de Santi hacia sus padres, y en la
fotografía la compenetración de ambos en sus labores.
Me veo un poco retratado, cuando yo subía a un
trillo, en mi caso casi como un
juego no como en el suyo, como obligación, pero tambien gustaba dar unas vueltas sobre la mies, luego a la tarde aparvar, y a última hora veldar con aquellas máquinas que en las
fotografías de Cornón creo que hay una cuando soplaba el Cierzo ó el Gallego.
¡Que añoranza, verdad Charo,
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